12.

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Parque de Namimori.

Mi vida había dado un vuelco enorme. Desde qué Tsuna y yo éramos pareja todo era maravilloso. Aunque tuviésemos que ocultarnos todo el rato.

Mi familia cada vez estaba más pendiente de la Vongola y en la Vongola se guardaban muy bien las espaldas, por lo que, no era más difícil vernos.

Me encontraba en el parque del barrio sentado en uno de los columpios pensando en nada. Vi como un niño pelirrojo corría hasta el columpio que está a mi lado y su madre, también pelirroja, le subía a el. Me giré para ver a la pareja y me sobresalté.

-Mamá...

Me está viendo a mi mismo cuando era pequeño y aún vivía con mi madre. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía tres años y cuando cumplí seis, mi padre me arrancó de los brazos de mi madre. Por eso soy así.

Empecé a recordar uno de los momentos felices que viví antes del día en que mi padre me raptó.

Estaba en el mismo parque, sentado en un columpio, sin balancearme apenas. El día anterior mi padre había irrumpido en casa de mi madre y empezaron a gritar. No entendí el motivo de sus peleas y cuando se lo preguntaba a mi madre, me decía que era para salvarme de un futuro peligroso. Ahora lo entiendo. Mi madre me había dejado en el parque mientras ella iba a hacer la compra.

Un niño castaño entró con su madre en el parque. El niño corrió hacia donde yo estaba pero al mirarme, se detuvo en seco y fue a esconderse detrás de su madre. La madre cogió el niño en brazos y le sentó en el asiento del columpio. La madre le dio un beso en la frente y se fue. Nos miramos y permanecimos en silencio.

-Ho-hola...

-Hola...

Silencio...

-Me llamo Tsuna.

-Yo me llamo Enma.

-¿Cuántos años tienes?

-¿Seis y tú?

-El mes que viene hago seis.

Estuvimos hablando y jugando hasta que nuestras madres llegaron.

-¿Nos vemos mañana Enma?

-¡Claro Tsuna!

-Hasta mañana

-Hasta mañana.

Pero no fui al día siguiente. Mi padre me llevó a Italia y nunca más volví a ver a mi madre ni a Tsuna. Una cosilla que se me viene a la mente. ¿ Y si ese niño que conocí con seis años era el mismo del que estaba enamorado? Pronto salí de dudas.

Alguien me abrazó por detrás poniendo sus manos sobre mi pecho y su cabeza en mi hombro.

- Sabía que te encontraría aquí.

La voz de Tsuna fue dulce y cálida. Me dio un beso en la mejilla y se sentó en el columpio de al lado.

-¿ Cómo lo supiste?

- Yo también vengo aquí a veces. Tú fuiste mi primer amigo y me puse muy triste cuando no viniste.

- Lo siento, pero mi padre me llevó con él. Yo no me hubiese ido de tu lado.

Él se levantó, me abrazó y me di un beso. Lo acepté de buen grado pero al darme cuenta de dónde estamos y de que nos podrían descubrir, me separé de sus labios con suavidad.

- Podrían vernos...

-Es verdad... Perdona Enma. Pero es que cuando estoy cerca de ti me cuesta controlarme.

-Tsuna...

- Me tengo que ir ya. Tengo entrenamiento con Reborn.

-Vale. Te quiero.

-Te quiero.

Y sin más Tsuna se fue. Mi corazón y yo mismo nos quedamos desolados. Era lo que tenía nuestro amor, que se lo prohibido. Sólo me queda apechugar con las consecuencias.

CONTINUARÁ...

Lost MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora