8.

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Casa de Tsuna.

Estuve toda la noche esperando a que alguien abriera la puerta y recogiera el correo. Eran las siete y media de la mañana cuando eso pasó, fue su madre quien cogió la carta. Media hora más tarde, llegó el Guardián de la Tormenta a buscar a Tsuna. Les seguí durante el camino y escuché todo lo que decían.

-Judaime, le veo raro. ¿ Ha sucedido algo?

- Esta mañana he recibido la carta de una admiradora.

- ¿De una admiradora?

- Sí, sí. Mira.

Tsuna le pasó una carta y el otro la leyó atentamente.

- Creo que es una broma.

- Yo pienso que no. Parece que le gusto de verdad.

- ¿Y tiene alguna idea de quién ha sido?

- No... Al principio creí que habías ido Kyuko-chan pero la E no me concuerda.

Llegaron al instituto y me infiltré en el colegio pero puede seguir escuchando su conversación. Me las vi canutas para poder saber lo que decían.

- ¿Reconoce la letra?

- La verdad es que no. Como soy tan popular con las chicas...

Noté ironía en su voz. No entendía porque las chicas de este instituto no veían a Tsuna atractivo. Admito que era torpe, patoso, vago y un tanto tonto, pero también tenía cosas buenas. Era guapo, dulce, protector y muchas cosas más, no quiero aburrir al personal diciendo todas sus cosas buenas. Pero una cosa estaba clara: cuanta menos gente fuera detrás de Tsuna, mejor.

A la vuelta, seguí a Tsuna todo el camino. Cuando salió, me di cuenta que estaba sonrojado. Era feliz y yo también lo era.

Entonces me di cuenta. Sabía que le estaba siguiendo, por eso no reconocía lugar donde estaba. Al doblar una esquina, le perdí de vista.

-Mierda.

Decidí que lo mejor era volver a observar su casa. Llegué a tiempo para ver cómo guardaba una carta en el buzón. Me acerqué cuando entró en su casa. Me acerque más, abrí el buzón y cogí la carta. Me dio un vuelco al corazón. En el sobre ponía: para K.E.

Salí corriendo hacia la base y me metí en mi habitación. Me tiré en la cama y abrí el sobre. Con manos temblorosas, cogíael contenido del sobre y lo leí.

Querida K.E.
Me siento muy afortunado de que te hayas fijado en mí.
No te preocupes por eso, me siento muy feliz de que me lo hayas dicho, aunque sean por carta.
Me gustaría saber quién eres. Te estaré esperando mañana en la colina de Namimori a las cinco de la tarde.
Siempre a tu lado.
Sawada Tsunayoshi

¡Sí! Lo había conseguido. Pero, un momento. Si iba descubriría que era yo y habría pelea, y yo lo único que quería estar con él.

Tenía que decidir de nuevo. Paseé la mirada por la habitación y me topé con la rosa. Me acerqué y la toqué con delicadeza.

Ya había decidido. Mi amor por Tsuna era más grande que cualquier otra cosa. Le elegía a él.

CONTINUARÁ...

Lost MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora