Aula del instituto. Una semana después
Me aburría muchísimo en clase porque no entendía nada. Odiaba las Matemáticas. Números, números y más números. Mi cerebro acaba como las calculadoras cuando ponías raíz cuadrada de menos uno: Math ERROR. Estúpidos números.
Me recosté en el pupitre y me quedé dormido. Empecé a soñar algo bastante raro.
Me encontraba en un bosque. Caminaba lentamente hasta dar con un lago. Me acerqué a él y vi un cuerpo y el agua manchada de sangre a su alrededor. Me metí en el agua para poder ver mejor el cuerpo. Cuando le di la vuelta, se me heló la sangre. Era Tsuna. Tenía la herida de un disparo en el pecho. Estaba muy pálido. Arrastré su cuerpo fuera del agua. Casi no respiraba. Me caí del peso inerte que se estaba convirtiendo el castaño. Puse su cabeza en mi regazo y empecé a acunarle. De mis ojos brotaba un mar de lágrimas. Sus ojos se abrieron un poco. Dijes un nombre entre sollozos.
-Enma... Enma...
-Tranquilo Tsuna, ya estoy aquí.
-Enma... Enma...
Los ojos de Tsuna empezaron a cerrarse. No iba a permitirselo.
-Tsuna, yo te quiero.
-Enma... Enma...
Me acerqué a él y rocé sus labios con los míos.
-Enma... Despierta.
Noté un ruido estridente y abrí los ojos sobresaltado.
- Por fin despiertas.
Miré a quien me había hablado. Era Tsuna. Qué alivio.
- Vaya, me había quedado dormido.
-Ya. Hasta hablabas en sueños.
Me quedé totalmente pálido. En el sueño decía una cosa que no sabía muy bien sí era real o no. ¿ Quería yo a Tsuna? Eso era imposible, era mi enemigo y no podía sentir nada por él. Creo.
-Pues... Decías mi nombre. Decías algo más pero no pude entenderte.
-Vaya...
Respiré aliviado. Tal vez un poco sí me gustase Tsuna, pero eso no cambiaba nada. Era mi enemigo, mi objetivo. No éramos amigos. Éramos de Reyes en una partida de ajedrez y yo daría jaque mate al líder Vongola.
-Oye Tsuna... ¿ Podría acompañarte hasta casa?
-Claro.
Recogimos nuestras cosas y salimos del colegio. Allí nos esperaban los guardianes de la Tormenta y de la Lluvia. Se encontraban hablando con Mizuno y Ooyama.
-Hey Enma. Adivina quién es el nuevo jugador de béisbol.
-¿ Te han cogido? Qué alegría.
-Gracias Enma. Bueno, nos tenemos que ir a entrenar.
Ambos chicos se despidieron de nosotros y se fueron al campo a entrenar. Los cuatro que quedábamos hay caminamos de vuelta a casa. Al cabo de un rato el grupo se separó.
-Judaime, hoy tengo que ir por aquí. Llegue sano y salvo a casa por favor.
-Tranquilo Gokudera-kun. Hasta mañana.
Continuamos, mi guardián de la Montaña, el Vongola y yo, el camino. En algún momento, no sabría decir cuando, Tsuna y yo nos quedamos solos.
-Oye Enma... ¿ Puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
Horror. Podía preguntar cualquier cosa.
-¿ Por qué has decidido acompañarme a casa?
- Porque... Venga Enma piense lo creíble... Porque no quiero llegar a casa.
-¿ Y eso?
- Mis padres están todo el día discutiendo y yo no aguanto más.
Vi como la cara de Tsuna se entristecia y se apenaba por mi falsa historia.
- Puedes quedarte en mi casa siempre que quieras. Mi madre no pondrá ningún impedimento.
Mi corazón dio un salto de alegría y felicidad. No sé porque, la sangre que circulaba por mi cara se concentró en mis mejillas.
-Gracias Tsuna.
Vale. Tal vez me gustase un poquito el Vongola. Bueno, un muchito. Pero tenía que olvidar ese sentimiento, ya que lo único que podía sentir era odio y el, lo mismo por mí. Sino todo podría acabar en desastre.
CONTINUARÁ
ESTÁS LEYENDO
Lost Memories
RomanceEnma Kozato, líder de la familia Shimon tiene una misión: pararle los pies a la familia Vongola. Pero no estaba en sus planes enamorarse del jefe enemigo: Tsunayoshi Sawada. ¿Qué será de ellos? ¿Ganará el amor o la venganza? EnmaxTsuna (Katekyo H...