15.

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Base Shimon

Me desperté con todo los rayos del sol me dieron en los ojos. Me di cuenta de que no estaba solo y sonreí por ello. Besé la nuca de mi pareja y él se movió un poco.

-Buenos días Tsuna.

Volví a besarle en el mismo lugar y esta vez se giró para poder mirarme a los ojos. Besé su nariz y después sus labios.

-Buenos días Enma.

-¿ Qué tal has dormido?

- Bien, aunque me duele un poco... Ya sabes... Ahí...

- Tranquilo, pronto se te pasará. ¿Quieres desayunar?

-Etto... Creo que me debería ir ya. Tengo clase.

- Pero si estamos en verano. ¿Tienes algún compromiso?

-Sí, con Dino-san. El jefe de Cavallone.

-Vale.

Observé cómo se vestía, guardando cada uno de sus detalles en mi mente. Se dio cuenta de que me había quedado embobado mirandole y me tiró mi camiseta.

-¿Qué pasa?

- No me mires de esa forma.

- Es que eres irresistible cariño.

Me levanté para buscar mi ropa y vestirme. Una vez vestido, fui al baño para asearme un poco. Oí a Tsuna pegar un grito y salí corriendo del baño. Le encontré sentado en una silla con el móvil entre las manos. Me acerqué lentamente.

-Tsuna, ¿que ha pasado?

- La reunión fue anoche... Y estuvieron buscándome. Estoy metido en un lío.

- Los dos lo estamos. A mí también me han estado llamando toda la noche.

-¿Y qué hacemos?

- Actuar con normalidad. Tranquilo, todo saldrá bien.

Él asintió y salimos del hotel. Le paré un momento ya que era muy arriesgado que nos viesen juntos.

-Te quiero Enma.

-Te quiero Tsuna.

Nos dimos un pequeño beso pero estaba lleno de emociones. Le dediqué una última sonrisa antes de ponerme la capucha y caminar hacia el lado contrario.

En escasos veinte minutos llegué a la base y, ¿cuál fue el panorama que me encontré? Todos mirándome con ojos acusadores.

-¿ Dónde estabas Enma?

- De misión.

-¿ Y cuál es esa misión?

- La misma que la vuestra, ¿por?

- Te hemos pillado morreandote con él Vongola.

Mierda, mierda, mierda. Nos habían descubierto. Pero, ¿cómo? Tenía que pensar algo y rápido.

- Es mi forma de sacarle la información. Si a mí no me gusta. A mí el Vongola me da asco.

Sentí como mi corazón se rompía poco a poco. Ojalá Tsuna nunca se enterase. Pero mi deseo no se cumplió debido a que un pajarito de plumaje amarillo que había grabado toda la conversación.

CONTINUARÁ...

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