Capítulo 8: Radical

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Mew se levantó cada mañana una hora antes para sentarse a tiempo en su auto y ver si gulf aparecía, esto se extendió durante el resto de la semana y el omega no regreso a casa.

En la universidad no fue diferente, conocía su horario a perfección, entre sus horas de trabajo y momentos libres, corría a las clases respectivas pero ahí tampoco lo encontró.

Dejó cientos de mensajes, cada uno más largo que el anterior, cuando ya dejaba de pensar en alguna excusa o explicación sólo mandaba mensajes cortos.

💬Bebé, por favor, hablemos

💬Gulf, dejame explicarte, no es lo que parece

💬En serio, sé que piensas lo peor de mi en este momento

Cientos de mensajes con lo mismo, las llamadas marcaron hasta que el teléfono no se volvió a encender.

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El día que todo ocurrió gulf llegó sin razón a la casa de Alejandro. El alfa estaba con algunos de sus empleados trabajando en la sala de la enorme mansión.

No era un secreto que el hombre tenía una familia, antes de que el ex presidente de la empresa se volviera loco por el tema de mantener las castas, Alejandro era un hombre diferente. Su esposa era cariñosa y amable, tan atractiva que encajaba con la imagen de mujer modelo de alguien con su poder. Y su pequeño hijo que era una belleza, uno que nadie pensaría puede causar un problemas, en realidad lo fue desde wu concepción .

Un nuevo socio lo vio desde la sala y sin conocimiento sobre todo lo que pasaba en esa familia. Se dedico a dar unas miradas curiosas.

Gulf abrazó a su papá y el hombre envío a sus empleados a él exterior.

-si me disculpan un minuto, solo será un rato, revisen estos mientras tanto-su secretario le entregó los papeles.

Los dos socios del mayor revisaron lo que se les dijo pero el menor de ellos no podía dejar de mirar al muchacho, caminaron hasta una sala apartada y sólo podía observar sus cabezas, parecían cercanos, se abrazaban y hablaban pero el solo escuchaba algunos ruidos.

-no sabía que el amante de Alejandro era tan joven-

"es tan delicado y joven, podría ser su hijo" mordió su labio, realmente era alguien bonito, no sabe porque pero que Alejandro tenga a ese chico no le parece extraño, y explica mucho. El hombre hace solo un par de años comenzó reír con más frecuencia. Además Alejandro jamás estuvo metido en un escándalo. Pero juraba que había oído rumores de que tenía una supuesta nueva pareja mucho más joven. No imagino que tanto pero ahí estaba.

-estas loco… - murmuró el otro socio. - ese es el muy joven maestro de este lugar, algún día todo esto será de él, esta estipulado incluso si aparecen más hijos alfas-

-¿Qué? Tanto por un amante-

-¿amante? El es su hijo muchacho, ¿tu papá no te dijo que Alejandro tiene un hijo? -

-un hijo omega… ¿no que son locos por las castas? -

Un ruido rechinante se escuchó en el lugar - el vejete era un loco por las castas, yo soy omega y bastante capaz- gulf miró al mayor - tío mateo… el otro día vi a Catrina, me compró helado-

Gulf se sentó, limpio con su puño los rastros de lágrimas en sus ojos y una anciana que traía el café le limpio amorosamente con un pañuelo de papel.

"gracias" murmuró - un gusto, gulf-

El alfa vio a gulf superficialmente, nada de ropa de marca, se notaba humilde pero aún así algo sofisticado, sus movimientos eran precisos pero como los de un niño.

El límite del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora