Capítulo 30: Trozo De Agua Clara

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Había varias carpas, alejadas unas de otras con personas creando un bullicio pacifico. Las almohadas en el suelo, la mesa y el vino, los aperitivos, las luces destellantes, las olas, una barra en medio de la playa con techo de paja. Mew se agachó, tomó su tobillo y quito sus zapatos luego repitió la acción con el otro pie. Quito los suyos y volvió a tomar la mano del menor.

-martín me habló de este lugar, es nuevo… -

-es lindo-suavemente dejo salir el omega - ¿me trajiste a una cita? -

-a los dos… la primera cita de mi cachorro-

"tú papá está loco cachorro"

Pensó gulf viendo la espalda del mayor mientras caminaba por la arena. Entre sus dedos se metía la arena y sentía el calor que emanaba del suelo.

Llegaron a una de las carpas, estaba con una música tranquila que se podía confundir con él sonido del choque de las olas. Mew se sentó y en vez de dejar que el omega se sentará frente a él lo jalo suave para que quedara entre sus piernas. - no quiero estar lejos-beso su espalda viendo las reacciones de su pareja lo abrazó por la cintura metiendo ambas manos debajo de la ropa - eres tan bonito-

Una mujer con ropa relajada se acercó a ellos, traía una bandeja entre sus manos y se arrodilló al costado, saludo con una sonrisa, acomodo todo el contenido de su bandeja sobre la mesa - ¿puedes traer bebidas sin alcohol? -

La mujer observó la botella de vino - alfa, tu puedes beber -

-no quiero… - respondió bajito - sin alcohol por favor-

La mujer asintió y tomó nota de sus comidas - si tu no puedes beber yo tampoco-

-en todo caso a ti no te hace efecto un poco de alcohol -

-hasta que se regulen las feromonas me afecta-

En cuanto la mujer trajo la comida y las bebidas, cerró todas las cortinas alrededor de ellos, mew se quitó la chaqueta y comenzó a cocinar la carne en el pequeño brasero en el centro de la mesa.

Con cuidado dejando a gulf observar como preparaba toda la comida - podemos quedarnos toda la noche aquí -

-¿podemos dormir aquí? - preguntó sirviendo una copa de sidra sin alcohol que dejaron. El aroma de la manzana llegó a sus fosas nasales haciendo que cerrará los ojos de placer.

-podemos hacer lo que queramos aquí - mew vio la expresión de placer de gulf y soltó una risa - ¿te gusta ese aroma? -

-tiene un olor muy rico a manzana - probó varias veces dando pequeños sorbos - no te va a gustar porque es muy dulce-

El alfa lo escucho, se acercó y lamió sus labios - me gusta… pero quiero probar un poco más - gulf bebió otro sorbo, agarro su nuca y traspaso el contenido, mew pestañeo un par de veces y profundizó el beso. - más, más… -

-después de comer o quemaras la comida -

-traerán más - murmuró contra su boca.

-pero el bebé tiene hambre - mew se enderezó sin replicar y continuó.

Gulf guardo silencio, en todos los años que conoce a Mew nunca vio que fuera atento con alguien aparte de Adela y Martín, posesivo sí pero sólo eso.

Cariñoso solo después del primer beso, antes de irse a NY y antes de lo que los separó, llegaba por las noches, entraba con su llave y subía para dormir con el omega. Lo abrazaba y se pegaba a él como si fueran solo uno.

Ahora que se duermen y despiertan juntos, es mucho mejor pero sabe cuanto se han acercado y cuán cercano puede ser mew. El moreno ya había pensado antes como sería recibir afecto de alguien que no es cariñoso con nadie. Mew es empalagoso, excesivamente dependiente, no puede conciliar el sueño hasta que gulf lo deja abrazarlo, justo lo que necesitaba.

El límite del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora