Capítulo 28: De Ensueño

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Mew con el rostro oculto entre las piernas de gulf apretó suave sus rodillas.

-¿Qué bebé? - murmuró.
Levantó el rostro nuevamente con la mirada de cachorro que llega a asustar al omega porque no puede negarle nada. Gulf tembló y mew por la cercanía noto el nerviosismo.

-¿hay un bebé? - volvió a preguntar de otra forma. Gulf mordió su labio inferior y asintió, el rostro de mew se oscureció, no entiende el nerviosismo y miedo que tiene gulf en este momento, parece demasiado ilógico para él.

-te lo iba a decir… Solo no sabía cómo hacerlo-

El omega estaba rojo cubriendo su boca con el brazo mientras mew lo miraba con ojos de incredulidad.

-¿por qué? Bebé, ayer te golpearon… -

-estoy bien… Realmente no me golpeó fuerte… Es que, no sabia como decirlo -

Mew respiro profundo, frotó su rostro contra las piernas ahora desnuda de gulf. El omega sintió la humedad pero no quiso decir nada porque parecía mal momento.

-te amo mucho bebé … como me escondes algo tan importante -

-te lo iba a decir…. -

-¿cuanto tiempo? - mew levantó el rostro, tomó a gulf por la cintura y por estabilidad gulf se abrazó a él, el intercambio de posiciones sólo le permitió a Mew ocultar el rostro en un lugar diferente.
-¿cuánto tienes? -

-4 meses-mew casi salto en su lugar, miró en esa dirección y suspiro pesado, no sabía que decir ante eso, afirmó su frente en los labios de gulf y sacudió lentamente su cabeza.

-¿por qué no me dijiste? Entonces todo ese comportamiento raro era por esto - la voz de mew temblaba, al punto de que gulf se sentía aún más nervioso - ¿lo sabes hace tanto tiempo? - gulf solo to solo un "hu-hum" afirmativo - mi amor… tenemos que llevarte a la clínica, no primero tenemos que avisarle a Adela ah… Demonios-gulf lo apretó con sus brazos.

-pensé que no te gustaría -
Mew no respondió, solo gruño contra su pecho aferrándose al omega de tal manera que no dejara ver su rostro.

Estuvo varios minutos así, respirando de manera irregular sin soltar a gulf. En algún momento sin apartarse demasiado se puso de pie, abrazó a gulf besando su cuello, quiso caminar unos pasos así con el omega apegado a él pero de repente su cuerpo se sintió demasiado cansado, como si fuera lana. - mew… ¿HeyHey? -

El moreno quedó arrodillado en el piso con mew semi recostado sobre él. Gulf no podía soltarlo.

Martín salió de su casa, camino una distancia considerable y entró a la que alguna vez fue su casa. No parecía haber mucha vida en el interior y pensó que estaban durmiendo aún, el estado de ánimo de la pareja la noche anterior le daba a entender y conociendo a su hijo, que probablemente no habían dormido nada.

Tocó el timbre varias veces y nadie respondió, por suerte tenía varias horas antes de su viaje así que no tenía apuro pero cuando tocó por última vez el timbre, escuchó una voz desde dentro.

"¡entra! ¡Ayúdame!" repitió una voz desde el interior. Martín entró a desesperarse un poco, las cerraduras habían sido cambiadas por seguridad meses antes, cuando mew contrató personal para remodelar. Ahora mew y gulf tenían llave de su casa pero Adela y Martín no, el alfa cruzó el enorme jardín delantero, vio en todas direcciones buscando como atravesar el segundo portón que conectaba con el patio de atrás. Miró en todas direcciones, busco con que ayudarse y logró llegar a la puerta deslizable y entrar a la casa.

La escena parecía algo que no debía ver, titubeó un segundo antes de avanzar y la mirada amenazante del omega lo hizo darse prisa.
Cogio al alfa por las costillas y aunque era bastante mayor y fuerte, el peso no era un chiste. Gulf se deslizó debajo de él para ayudar a llevar a Mew hasta el sofá pero cuando estaba siendo dejado volvió a enganchar sus manos a la cintura de gulf.

El límite del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora