Capítulo 19: Impulsos

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-Llamare a Adela… - Dije dejándolo sobre la cama, volví a la sala para dejar mi ropa, mordiendo mi labio hasta sentir el sabor de la sangre. Mis colmillos que habían crecido más de lo normal rompían la carne mientras parecía tener una fuente en la boca, mi ropa comenzó a sentirse tensa sobre los músculos de mi cuerpo, y ese calor desesperante que recorría mi cuerpo, no resistí más, su aroma me estaba desquiciando así que salí del apartamento.

Se podría decir que siempre tuve un control perfecto de feromonas, sentí otros omegas en celo pero jamás tuve la intención de lanzarme sobre ellos, no he pasado nunca ese período con alguno, siempre logré alejarme para no perder el control pero dentro del auto quería morir.

La erección en mi pantalón palpitaba y la tensión de la tela dolía sobre mi piel como si estuviera quemándose.

Afirme mi espalda en la puerta, me deslice hasta llegar al piso, respire hondo para calmar mi excitación haciéndome un nudo en el suelo, con la cabeza entre las piernas recuperando el control lo suficiente para hacer una llamada.

Veía la pantalla del teléfono pero mi cuerpo no se sentía preparado. "vuelve con mi omega" resonó en mi mente la voz de mi lobo "nuestro omega" respondí apretando de nuevo los ojos.

Sentí pasos al interior del lugar, mis uñas se enterraron en la carne de mis palmas"ah… " jadee sin moderación por el ruido.

Cerré los ojos y ahora esos pasos se sintieron como trotes, un sonido rechinante del piso al sostener un peso diferente.

El sonido de algo cayendo al piso y haciéndose trizas me obligó a volver al apartamento, mire en todas direcciones y me aventure al cuarto. Todo continuaba igual solo que ahora la figura sobre la cama era un enorme bulto en el centro.

Sus jadeos y gemidos me hicieron perder la sensación de control, el aroma de las feromonas pululando en el aire estaba nublado mi mente hasta llevar mi racionalidad lejos.

-cariño, tus supresores… - hable - respondeme, bebé - usando mi voz de mando pero gulf solo chillo y se retorcido debajo de la manta. Ya no escuchaba, el celo estaba por sobre su sentido omega, sobre mi voz de mando y respondiendo a las feromonas.

Pregunté con la voz profunda una vez más sin respuesta nuevamente, ya me costaba respirar aquel aire espeso cargado de excitacion.

No escuche nada más que de nuevo algunos jadeo y gemidos, debajo de la manta se oía los sonidos que hacía al darse placer debajo de la manta "eh... Uuhmmm".

Quise acercarme para descubrirlo, di algunos pasos hacia el interior del cuarto, jale con cuidado la sábana cubriendo mi boca y nariz con el antebrazos aunque realmente no sirviera de nada, sus feromonas ya estaban impregnadas sobre mi indicándome que me reconocía como su pareja buscaba llamar mi atención, excitarme, hacer que me pierda en el deseo.

"alfa" llamo entre gemidos, mi cabeza dolía por resistirme al impulso de lanzarme sobre él.

La chaqueta, aquella que estaba colgando del respaldo del sofá, esos eran los pasos que oí desde fuera.

Gulf había desnudado solo la mitad de su cuerpo y la prenda cubría lo que hacía con sus manos. En el borde de la cama de pie, respirando agitado mire el espectáculo desgarradoramente tentador.

Tan pronto como nos vimos directo a los ojos la chaqueta quedó en segundo plano, se acercó de forma felina y acarició el bulto que luchaba por liberarse, lamió a lo largo delineando la forma de mi erección, mis feromonas que hace tanto no sentía parecieron explotar buscando mezclarse con las suyas de manera salvaje. Una expresión desconocida en un rostro conocido, el brillo de sus ojos, la sonrisa juguetona tan diferente a la usual. Puso su mejilla contra mí cadera, giro y aspiro en mi vientre bajo con un aliento caliente que acarició mi piel traspasando la tela.

El límite del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora