Capítulo 12: Esto Es Esto, Lo Otro; Otra Cosa

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Gulf llegó a la ciudad durante horas de la tarde, su viaje venía cargado de algo más que cansancio, realmente se podría llamar estrés.

No sabía porque, se comprometió a algo así, tuvo que adelantar exámenes y le esperaba la entrega de bastantes trabajos al regreso, el más feliz era Sión pero el alfa realmente venía a trabajar, gulf aparte de hacer acto de presencia no haría nada más.

-el último día tenemos una cena en el hotel, sé que no quieres que te vinculen a una pareja pero si nos preguntan… -

-no me molesta, estoy solo después de todo y mientras no afecte mis clases ni salgamos mañana en la portada de una revista, quiero vivir mis días universitarios en paz - gulf sonrió y camino junto a Sión.

-¿no has pensado en salir…? Ya sabes, em-

-Sión, si quieres saber si tengo citas, no, no las tengo-gulf suspiro preocupado - no quiero hacer a nadie lo que no me gustaría que me hicieran, si te preguntas si ya lo intente, sí, lo hice, y no funcionó -

-¿alguien aparte de mew? -

"ajá" asintió gulf - fue hace mucho, seguimos siendo amigos pero me arrepiento de haberle hecho daño, no se lo merecía, quizás lo que me pasó fue un castigo -

-gulf, lo que te pasó no fue un castigo, enamorarse y fallar es parte de la vida -

-¿Crees que falle y podré recomponerme? - Sión espero continuará pero su rostro se fue tensando mientras caminaban - si no puedo siquiera entrar a mi propia casa sin pensar qué estará haciendo, si piensa en mí o está con alguien más?

Sión se arrepintió de tocar el tema, ha mantenido las esperanzas durante demasiado tiempo pero en algún momento del camino comenzó a flaquear.

Gulf no logra sacarse de la cabeza aquel tipo, si el omega fuera una persona más simple, como aquellos artistas con los que alguna vez tuvo algo.

Le ofrecería su dinero, trabajo y todo lo que puede darle, sobre todo si fuera por el omega, pero la verdad gulf tiene dinero o al menos su papá, y no le gusta que intenten comprarle cosas lindas, se las puede comprar el mismo, al menos eso afirma cuando intenta darle algo.

Acepta comida e invitaciones a salir pero ningún objeto medianamente de valor, aunque aún tiene la grulla con el ticket de la entrada al cine que le regaló hace seis meses sobre su escritorio.

-Debe ser duro… gulf- el nombrado detuvo sus pasos y se giró hacia Sión. - yo esperare el tiempo necesario incluso si algún día quieres usarme, si el regresa y tú quieres volver con él yo estaré feliz por ti-el omega abrió los ojos enormes y dejó salir un silbido desde su pecho como si contuviera el llanto.

-eres tan lindo, por lo mismo no deberías perseguir a alguien como yo… tengo 20 y ya estoy arruinado-

-creo que eso es lo que te hace hermoso, no conozco a nadie que quiera tanto a alguien incluso no estando con él -

Solo pudo devolverle una sonrisa ¿Qué más podría hacer? Decirle que lo espere, ya lo hizo con joshua y sólo dejó un mal recuerdo.

Los recuerdos, si no fuera por ellos quizás sería más fácil la vida. Tomar y seleccionar los recuerdos que quieres y no quieres.

Eliminarlos, borrarlos de tus memoria pero… gulf no quiere, no quiere olvidar que tenía a Mew y que por un tiempo pensó que mew le correspondía.

La primera noche de pasarela, el omega se vio rodeado de brillos y gente hermosa. Todo el lugar tenía esa aura sofisticada que no suele verse en el mundo de los mortales.

Maquillajes brillantes, ropa deslumbrante, un verdadero espectáculo. Su empleador lo llevó de un lado a otro orgulloso de su modelo, se fotografió con diferentes diseñadores. Algunos preguntaron por trabajar con él pero el omega asentía y pasaba al siguiente.

El límite del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora