El venado miraba a todos lados en busca de quien lo observaba, sus sentidos estaban al máximo y tenía el impulso de correr, el peligro era palpable.
— Mantén la vista en la mira, concéntrate y no olvides respirar, debes estar relajado –dijo en un susurró el mayor.
El adolescente asintió tratando de acomodarse mejor sobre la tierra pero algo más hizo ruido causando que el venado corriera despavorido.
El mayor se giro a buscar la fuente del ruido y allí estaba su otro hijo y unos pasos más atrás su esposa.
— ¿No te he dicho que lo mantengas en el auto? –pregunto molesto a su esposa.
La rubia mujer trago saliva con un miedo palpable en sus ojos azules, Will era una persona completamente distinta cuando se molestaba.
— Lo lamento, el quería hacer pipí –se justificó esperando que el enojo del hombre disminuyera aunque sea un poco.
El hijo mayor miraba todo con atención, no sé atrevía a intervenir por su madre y aunque le hizo una seña a su hermanito para que se quitará del medio, no logro mucho.
Will se levantó, su ropa estaba sucia y su semblante se había relajado un poco hasta formar una sonrisa demaciado forzada y algo burlona, le fascinaba que le tuvieran miedo.
— Comprendo –dijo "tranquilamente" al tiempo que daba pasos hacia la mujer.
El menor que ahora estaba casi cercas de su hermano mayor miraba con confusión la escena, su padre parecía de pronto muy cariñoso acariciando la mejilla de su madre con una sonrisa algo más natural pero aún con un deje de burla.
— A la otra...
Ni siquiera había terminado de decir eso cuando la mano que acariciaba la mejilla de su esposa subió al cabello de esta y lo jalo con fuerza para llevársela lejos de sus hijos.
— Vamos a la camioneta –le dijo el mayor de los hijos a su hermanito.
Ambos caminaban, los gritos de la rubia se escuchaban tan fuerte que el mayor de ellos dos decidió taparle los oídos a su hermanito para que no escuchará mientras seguían con su andanzas.
Minutos después los gritos pararon y otros tantos pasaron para que su padre apareciera junto a la rubia en brazos ya que había quedado inconsciente, la sangre adornaba su cara, cosa que asustó al menor causando que se cruzará al frente y se abrazara a su hermano, escondiendo su rostro en el pecho del adolescente.
— Recuerda Merle, las mujeres solo sirven para joderlas –dijo dejando a su esposa en la parte de atrás.
Merle no respondió o siquiera se atrevió a girarse a ver a su madre.
Will subió y dándole una mirada de reojo a sus hijos puso en marcha el auto.
— ¿Sabes?, Me he dado cuenta de que Dar se comporta muy afeminado –comento el mayor viendo de reojo al adolescente.
— Es un niño, todos son así –dijo Merle entre dientes porque tenía un mal presentimiento.
Will asintió ante lo dicho por su hijo pero su ceño se fue frunciendo hasta que una pequeña sonrisa apareció.
— ¿Crees que debería enseñarle de una vez lo que un hombre nunca debe hacer? –cuestiono entrecerrabso los ojos.
Merle comenzó a toser hasta que se recuperó dando un carraspeó al final.
— Si un hombre no lo hace, ¿Porque tú si? –cuestiono el adolescente esperando que su viejo no se molestará.
— Porque los padres deben enseñar a sus hijos que no hay que hacer, y si para eso tengo que hacerlo... Uno tiene que hacer sacrificios –contesto soltando una mano del volante para luego posar la sobre la pierna de Merle y apretarla un poco.
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Pecando Por Amor
RandomEl apocalipsis había iniciado de una manera sorpresiva, nadie se imaginaba que la vida como la conocemos terminaría con el pasar del tiempo, algunos hasta pensaban que el fin del mundo estaba relacionado con una noticia que años atrás se dió por la...