Capítulo 04

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Rick llevaba un tiempo caminando, esa tarde se le había acabado la gasolina causando que quedará a la deriva en medio de la nada por lo cual ahora caminaba entre la noche con el radio en mano y la esperanza de encontrar algo pronto.

Las horas se pasaron hasta que encontró otro auto, le disparó al pasajero que seguía allí gracias al cinturón de seguridad, no había mucha gasolina pero le serviría y descansaría un poco.

Conforme avanzaba el sol se iba mostrando dando señal de que pronto se esclarecerá, encendió la radio y busco alguna señal para ver si quedaba alguien allí fuera, aún le quedaban esperanzas y no se rendiría.

Cuando logró captar una frecuencia se dispuso a hablar, la voz de una joven lo recibió pero la línea no era constante por lo que solo podía escuchar algunas partes de todo lo que le decía, por un tiempo pensó que no volvería a encontrar la señal pero lo logró, habían dicho algo de Atlanta pero no entendió muy bien el mensaje de la chica, así que supuso que estaban también en Atlanta que era donde se suponía estaba su familia.

Unas horas después la gasolina se agotó pero por suerte está vez había una casa a algunos metros.

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— Alguien debe ir por él, no sobrevivirá sin ayuda –dijo Amy mirando con súplica a Dale.

El mayor miro a donde Glenn que se encontraba junto a los Dixon.

— Es peligroso Dale, Glenn no puede poner su vida en riesgo por un desconocido –dijo esperando que lo entendieran.

— Glenn ha ido solo muchas veces a la ciudad, no veo porque sería distinto –dijo Lori molesta.

Shane la miró con recelo esperando que su comentario no fuera tomado en cuenta.

— Yo acompañaré a Glenn, lo cuidare Shane, lo prometo –dijo T-Dog esperando que el policía aceptará.

— Lo siento pero no lo voy a arriesgar, ¿Que tal si ese hombre es peligroso?

Todos se miraron entre sí para luego ser Dale quien llamará a Glenn y los Dixon que estaban sentados en la camioneta.

— ¿Qué pasa? –cuestiono Merle de primero.

— Ya saben que un hombre viene rumbo Atlanta, queremos saber si quieres ir a ayudarlo, Glenn –le dijo Dale aunque le hizo una pequeña seña hacia Amy para que supiera que ella hacía la petición.

— Claro, sirve y traigo más provisiones –dijo viendo a la chica de reojo.

— No, no irás –el miedo en la voz de Shane no pasó desapercibido para Glenn generando algo raro en el interior del asiático.

— Ya te lo dije, sé cuidarme –le dijo girándose a verlo.

Los otros simplemente se alejaron para darles espacio a la "pareja".

— Si te pasa algo, no puedo permitirlo –dijo con los ojos cristalizados.

Glenn tomó un respiro antes de animarse a colocar ambas manos en las mejillas ajenas y acercarse rápido a darle un beso.

— Estaré bien, lo prometo –susurró contra sus labios.

Todos observaban la escena con una sonrisa y otros no sabían si burlarse o preocuparse por los intentos del asiático de controlar al policía y mantenerlo a raya sin amor de por medio.

— Te esperaré, si para cuando el sol se oculte no has vuelto, te buscaré.

Glenn asintió y dejó otro beso, la sensación de incomodidad la disfrazó con una pequeña sonrisa para luego alejarse rumbo al auto.

Pecando Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora