—Si vamos a hacer esto, tenemos que establecer ciertas normas. — Mientras un Castiel recién salido de la ducha le aplica la pomada necesaria sobre el golpe de anoche porque Dean (según palabras de Castiel) es un inútil que no sabe ni mear dentro del váter, Dean intenta distraer su escozor con otras cosas. — Primero- ¡AU! ¡Eso duele!
—Te aguantas. — Castiel le agarra la cara de nuevo, inmovilizándola con una de sus manos. — Quédate quieto, ya casi termino.
—Tsk. — Castiel lo mira desafiante, y Dean decide que mejor no empezar una batalla. Al fin y al cabo, de mejor o peor manera ha sido él quien le ha comprado las medicinas y ahora se las está aplicando -todo un día tarde pero bueno, la buena intención sigue allí-. — Bien, primero: no podemos decirle a nadie que nuestra... Relación es falsa. ─ Quizás por el shock o quizás porque sí, el bastoncillo lleno de Betadine se clava con fuerza sobre su golpe, haciendo que se incline hacia atrás entre alaridos de dolor.
—¿Qué? ─ Dean casi le golpea el estómago como venganza, pero se aguanta las ganas a pesar de tenerlo a huevo. Le guste o no, ahora está metido en el mismo embrollo que él. — ¿Por qué no?
─Porque, ─ Empieza quitándole el bastoncillo de la mano. Frente a eso, Castiel se aleja, subiéndose la toalla que descansaba sobre sus hombros a su cabeza para secarse el pelo que todavía gotea. ─ Jo, Charlie, Benny y Garth conocen a mi madre, y si se enteran de la verdad, serán unos boca-chancla y tardarán medio segundo en chivarse. ─ Castiel asiente comprensivo cuando se quita la toalla de la cabeza. El otro lanza los materiales usados a la basura.
─Eso tacha a tu grupo. ¿Y mis amigos? ─ Dean lo mira como si fuese imbécil.
─Si mi grupo no lo sabe, el tuyo menos. ─ Castiel no parece satisfecho con su respuesta, así que frunce el ceño y la boca en una mueca casi cómica. ─ Además, — Se apresura a añadir. — Hannah, Jo y Charlie son muy cercanas, de seguro se le escaparía algo. ─ Dean frena las quejas del otro con un dedo. ─ Ni se te ocurra decir que no, sabes lo peligrosa que es Hannah cuando bebe. ─ Y tiene razón, una Hannah borracha es capaz de decirte hasta el número de su cuenta bancaria en una pequeña canción para que no la olvides. ─ Y luego está Balthazar... ─ Y sobre este, no hace falta que le dé más explicaciones. ─ Así que no, ni una palabra a nadie.
─Si estamos poniendo normas, déjame añadir otra. ─ Dean asiente, por mucho que le moleste, Castiel tiene el mismo derecho que él a poner normas. ─ Nada de PDA's*. ─ Dean casi se cae al suelo al escuchar eso.
─¿Qué? ─ Bajo su confuso tono, Castiel siente una oleada de vergüenza sacudir su cuerpo. ─ ¿Cómo que no? ¡Si todos ya tienen la duda de que esto sea real, imagínate si no nos tomamos de las manos, tocamos o acercamos! ─ Dean no se ha dado cuenta, pero su voz se ha alzado y a medida que eso ha sucedido, el cuerpo del otro se ha hecho más pequeño. ─ No, lo siento, eso no va a suceder, princesa. ─ Y en el momento en el que esa palabra sale de su boca, Dean casi quiere partirse los dientes a sí mismo. Los ojos de Castiel se levantan acusadores, heridos e indignados.
─No me llames así. ─ Le ordena con furia y rabia. Dean levanta los brazos a modo de rendición y disculpas. ─ Esa es otra norma: no me vas a llamar así en ningún momento. ─ Dean asiente. ─ Si lo haces, aunque sea solo una vez, este trato termina. Con efecto inmediato.
─Sí, sí, perdón. Apodo fuera de la mesa. No volverás a escuchar esa palabra salir de mi boca. ─ Castiel entrecierra los ojos un momento, hasta que decide fiarse de sus palabras. ─ Bien, pero volviendo al tema... tenemos que hacer PDA's. Eso no podemos quitarlo.
─He dicho que no. ─ Dean le da el santo al cielo, intentando no perder los nervios. Que Castiel se haga de rogar no es bueno para su presión arterial.
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Nunca entiendes ; DeanCas
Fiksi PenggemarDean detesta a Castiel. Castiel detesta a Dean. Pero cuando una posible relación entre los dos se hace viral en los foros de su universidad, el malentendido que eso generará los va a obligar a seguir con el engaño durante más tiempo del que ninguno...