"Vuelve a donde perteneces"
Escribí esa frase minutos antes de intentar ser mejor cada día, me prometí ser valiente, llevar miradas de alegría, sonreír apesar del daño que me causaba oír personas dirigirme la palabra. Esa frase no tenía sentido porque estuve segura que ya no podría volver a ser esa chica con deseos de quedarse estancada y con miedos, me adentre demás en ese mundo en el que estaba sobrevalorada y tan ocupada para notar que construía día a día un estado de destrucción. Es de noche, y en la mañana me levanté con fatiga, el pecho oprimido y mis manos temblaban sin motivos, el sexto sentido alertó que algo saldría mal y acertó. Son las 11:17pm, después de tantos intentos en días pausados entendí que la vida tiene muchas figuras y modos, y que mientras yo creía que me estaba encendiendo y dejando atrás mi autodestrucción, sólo estaba cerrando cada puta ventana y cada rejilla que me proporcionaría aire, me estaba apagando y asfixiando con mis buenos deseos. Porque esa frase no tuvo sentido si no hasta entonces, donde todo el esfuerzo que construi desvaneció, donde el esfuerzo terminó en una recaída, y esa recaída tan miserable me hizo entender que aquí...aquí pertenezco.
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¿Y nuestro arcoiris después de la lluvia?
De TodoIampj, a mis dieciséis aprendí el valor de mis letras. El significado de que cada paso, por mínimo que sea, es extraordinario.