No todos. Yo solo

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- Es hora de que te asesine emperador, tu presencia ha sido un dolor de cabeza desde que te sentí en mi mundo.
Y dime ¿Cuál es tu objetivo en contra mía?.

- No tengo por qué dar respuestas...

Inmediatamente el emperador corrió hacia ella golpeándola fuertemente en su cráneo, que la hizo volar y chocar con una pared.

El emperador no se detuvo ahí, se dirigió a ella para tomarla del cuello y azotarla contra el suelo varias veces. Lanzandola con una gran fuerza en dirección a la salida del edificio, rompiendo puertas sacando a Malice fuera del lugar, Terminando en la avenida fuera del hotel, Malice se levantó y se dirigió a el emperador.

- Ja,ja,ja,ja, ¿Eso es todo?. Ahora es mi turno.

Malice se acercó a el emperador de un solo salto, arremetiendolé una patada tan potente y veloz que el emperador atravesó el edificio entero, terminando el emperador en la parte trasera del hotel y cubierto de escombros.

( - Necesitaré mi armadura y armas debo de acabar con esto lo antes posible.)

El golpe propinado por el demonio le había dolido mucho al emperador, también le había lastimado el tórax, este escenario era totalmente peligroso, así que no basilariá más.

El emperador uso, de sus técnicas de camuflaje de todo tipo para llegar a la habitación sigilosamente, donde estaba su armamento.
Pasando de no ser percibido por Malice.

- ¿Ah? ¿Dónde estás? No te puedo oler, pero tú aura y manifestación aún siguen en este montón de escombros. -Dijo Malice mientras buscaba frustradamente al emperador entre los escombros de la zona.

El emperador logro llegar con éxito a la "suite" del hotel para colocarse su armadura y tomar armamento útil.
Un armamento legendario, utilizado precisamente para lidiar con este tipo de amenazas demoníacas,
Su armadura era una versión adecuada para el plano terrenal en el que estaba. Sus armas eran de cuerpo a cuerpo, tal y como lo harian los antiguos guerreros de ejércitos griegos, romanos, britanos e hispanos.
Con todo esto esto listo, blandito su espada con el objetivo de partir, atravesar y degollar a su enemigo.

- ¡Anda sal de dónde sea que te escondas!... ¡Ah, ahí estás!

El emperador una vez más se incorporo a la batalla, apareciendo detrás de Malice. Fue entonces que corriendo en dirección a Malice para cargarle un ataque con su espada.
Malice logro esquivar el golpe, pero no solo eso, logro arañar y dañar una parte articulada de la armadura de el emperador.

- Ja, ja. Balla baratija hecha de hojalata, aunque parezca oró.

El emperador respiró tranquila y profundamente, se paró firmemente en su zona, tomando la espada con ambas manos. Cerro sus ojos y espero pacientemente a que su energía se acumulará en un ataque "no tan sorpresa." Espero hasta que Malice una vez más salto a el con esa rapidez de la que gozaba, con el objetivo de atravesarlo con sus garras.

Los ojos de el emperador se abrieron con un gran brillo, brillo que se asemejaba a la luz del sol, un brillo que iluminó su armadura y su rostro. La energía que el emperador desprendía de su cuerpo, rodeando todo su ser, se canalizo a su espada. Y este mucho antes de que Malice llegará a tocarlo, la golpeó con su espada, partiendola en dos, fue un corte horizontal, dividiendo a el demonio por encima de su vientre y por debajo de su pecho.
El emperador sin perder tiempo y energía se dirigió solamente a dónde cayó el torso, donde se encontraba la cabeza de Malice, volvió a cargar un ataque semejante a el anterior. Pero fue demasiado lento, Malice estando conciente de la situación, decidió escapar, desvaneciendose como un vapor que se dispersaba en muchas direcciones, logrando así escapar de una muerte otorgada por el enorme poder de destrucción que representaba el emperador y su energía en contra de entidades demoníacas como lo era Malice.

Dando así por terminado el primer enfrentamiento entre Malice y el emperador, pues no sería el último, el emperador debía terminar con el trabajo, debía de purgar por completo a esa entidad, más allá de su labor para proteger a la humanidad de entidades demoníacas, no podía perdonar el crimen de Malice. El haberle quitado la virginidad y seguirle extrayendo sus fluidos para alimentar a ese maldito demonio. Un crimen imperdonable.

- ¡CARLOS!- Gritó el emperador.
Debía de llegar a su nieto antes de que Malice lo encontracé.
Saliendo corriendo del hotel e intentando entablar comunicación con sus hombres que salvaguardarón a Carlos y Naomí de ese lugar de batalla.

SCP - 1471Donde viven las historias. Descúbrelo ahora