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Pov. Tn
— Me encontraba en la habitación de Emma, a quien ella me había invitado a dormir después de lo que pasó en el río. Emma tenía miedo de que algo malo me volviera a ocurrir, aunque en realidad yo debería ser la que tuviera miedo.
Emma: Bueno, ya que estamos aquí, ¿qué quieres hacer? — Preguntó con una sonrisa radiante.
Tn: Mmh... No sé — Respondí mientras me rascaba la cabeza, sintiéndome un poco insegura.
Emma: ¡Ya sé!, te voy a peinar. Espera aquí, voy a ver si Sophie tiene algún peine, ya que se me olvidó el mío, jeje. Espérame, ahorita vuelvo — Dijo para luego salir de la habitación, dejándome sola.
— Observé la pequeña habitación de Emma. Era mucho más linda que la mía, decorada con colores cálidos y detalles acogedores. Mis ojos se movían de un lado a otro, absorbiendo cada detalle del lugar, hasta que un sonido familiar me sacó de mi ensoñación: el teléfono de Emma vibrando sobre la mesita de noche.
Al principio, no le di importancia. Pensé que tal vez sería un mensaje o una notificación sin importancia. Pero el sonido volvió a sonar, esta vez una llamada. Dudé por un momento, preguntándome si debería contestar. Tal vez era una emergencia, después de todo.
Me levanté de la cama y me acerqué al teléfono. La pantalla mostraba el nombre de Elios. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. "¿Qué hace Elios llamando a Emma?", me pregunté a mí misma mientras fruncía el ceño. Observé la pantalla con detenimiento, notando que también tenía varias llamadas perdidas y mensajes de él.
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— "¿Linda?", solo esa palabra resonaba en mi cabeza. No era la única que se lo decía... Mis manos se acercaban al teléfono de Emma, tentada por la curiosidad. Pero un ruido me detuvo en seco. Alguien se acercaba. Rápidamente, me alejé de la mesa y me volví a sentar en la cama, observando cómo la puerta de la habitación se abría.
