Las mañanas de Juliana siempre eran las mismas, despertar con el sol, alimentar a su perrita Lana, salir en busca de fresas frescas a su huerto cuidadosamente cuidado por ella misma, y salir en camino a la linda cafetería cerca del muelle del pequeño pesquero al que Juliana se había mudado 4 años atrás.
Su cafetería era el destino perfecto para turistas, mochileros y pescadores que pasaban por el pueblo.
Tenía la vista perfecta hacía el océano y los mejores postres de la ciudad, contando además con una linda omega atendiendo a todos con extrema amabilidad y dando sensación de calidez y cariño a cada persona que entraba a su cafetería.
—Buenos días, Juli. Espero que ya tengas listo mi pan tostado con esa deliciosa mermelada de fresa qué haces. —Un alfa de cabello cobrizo con lindos ojos verdes se recargó en la barra de madera que separaba a Juliana de los clientes.
Juliana le sonrió tímidamente a Bruce y se sonrojó un poco.
Tal vez Juliana encontraba a Bruce completamente atractivo, especialmente por sus fuertes brazos llenos de tatuajes y ese porte masculino que tenía.
—C-claro, solo iré por tus tostadas, no quería que se enfriaran —Juliana corrió a la cocina y preparó las tostadas de Bruce, con el pan que solamente comía Bruce, porque ella misma lo hacía.
Al llegar Bruce sonrió y se emocionó al ya tener su plato enfrente de él.
—¡Dios, Juliana! Eres un ángel que ha llegado a alimentarme correctamente. —Bruce exclamó con alegría mientras Juliana se sonrojó tornando sus lindas mejillas en un color carmesí. —Estoy muy emocionado por este verano, Juli. Mi prima ya me confirmó que aceptará el trabajo que le ofrecen aquí, ya nos hacían falta manos en el muelle.
Bruce seguía charlando de cómo la próxima llegada de su prima le emocionaba, especialmente porque quiere realizar una cena sorpresa para su llegada.
—Juliana, quería saber si quisieras acompañarme a esa cena —Juliana salió de sus pensamientos en ese momento y chilló de emoción.
—¡Claro! ¡Me encantaría, Bruce!
—Perfecto, entonces nos veremos el viernes en la noche. —Pagó su desayuno y le guiñó un ojo a la omega antes de salir de la cafetería.
Después de eso Juliana chillo emocionada al haber conseguido una cita con el alfa más guapo de ese pueblo.
Las manos sudorosas de Juliana alisaban su vestido amarillo con pequeñas y sutiles flores blancas por doquier, usaban unas zapatillas color cobre y tenía un poco de maquillaje puesto. Normalmente utiliza jeans sueltos y faldas, pero hoy quería verse muy bien para poder impresionar a Bruce, quien no tarda en recogerla, su última llamada fue hace 30 minutos diciendo que llegaría por ella a las 21:00hrs.
Juliana estaba en su sala esperando, sus ojitos luchaban por mantenerse abiertos debido a que normalmente a esa hora ella ya estaría en la cama. La emoción carcomía a Juliana haciéndola sentir feliz; ¿la besara? ¿le ofrecerá su chaqueta si tiene frío? ¿hablará con ella toda la noche? ¿acaso Bruce la invitaría a salir otra vez?
Quiere pensar que sí, y mientras se daba valor a sí misma para ella escuchó como tocaban a su puerta. Se levantó del sofá y revisó su ropa para comprobar que se siguiera viendo bonita, sin ninguna arruga o imperfección.
—Buenas noches, Juliana. Te ves maravillosa —Juliana se sonrojó ante el cumplido y acepto la mano que el elegante alfa le estaba ofreciendo.
Bruce usaba un pantalón de vestir y una camisa blanca que le quedaba perfecta. Su cabello estaba peinado hacia atrás con unos mechones escapándose ocasionalmente, pero descansando delicadamente en su frente.
—Te ves muy bien, Bruce —el sonrojo de Juliana era notorio haciéndola ver como un tomatito.
—Gracias, cariño. Mi prima llegó en la mañana, tuvo un largo viaje desde Grecia. —Abrió la puerta del auto para que Juliana pudiera entrar. —Creo que su auto se averió a medio camino porque al llegar lo único que quiso fue no ver ningún auto y dormir.
La plática entre ellos permaneció viva durante todo el trayecto a la casa de Bruce, donde este presumía había cocinado la cena y preparado su gran jardín para verse increíble para sus invitados.
—Mi prima no había estado aquí desde hace unos cuantos años y realmente ella tiene muchos amigos aquí que esperaban reencontrarse con ella. —Al entrar a la casa Juliana vio como la sala y jardín del alfa estaba con varias personas conversando y disfrutando de la música veraniega, love my way de the phychedelic furs se escuchaba de fondo. El ambiente era cálido y divertido.
La mano de Bruce seguía sujetando la de Juliana haciéndola sentir nerviosa.
Ese sentimiento en que no quieres cometer ningún error para no mostrar algo que, dentro de ti, que sientes incorrecto. Vergüenza de ti mismo que no quieres que la persona de tu interés vea.
—¡Ya pude encontrar a mi prima! Vayamos a presentarte. —Bruce tomó la cadera de Juliana y la ayudó a pasar entre la gente sin perder a la omega.
Al llegar frente la pequeña barra que Bruce construyó en su patio, vio a una alfa alta, con un cuerpo delgado y ejercitado, su espalda estrecha se veía tensa a través de la camisa de vestir que estaba usando, su cabello rubio se veía lindo y suave.
—Valentina, esta es Juliana, mi cita. —Bruce sonrió orgulloso, porqué ¡Vamos! Juliana es la omega más codiciada del pequeño pueblo; es dulce, hermosa, divertida y huele delicioso.
Todos los alfas que previamente han ido a la cafetería han quedado encantados con la linda omega con olor a menta y chocolate oscuro. Su lindo cuerpo decorado con ropa de tono pastel la hace ver adorable y deseable, por lo cual ningún alfa dudaría un segundo en tomarla y proclamarla como suya, pocos se han aventurado a intentar salir con ella, pero realmente al ver el poco interés de la omega en las citas y formar una familia en ese momento desertan.
Tal vez Juliana se siente un poco como un premio que Bruce está presumiendo, pero quita ese horrible pensamiento de su mente.
Al voltear Valentina, posa su mirada en Bruce, después en la omega a su lado, su marcada mandíbula se aprieta, sus ojos azules ven con descaro a la omega para después ofrecerle una sonrisa ladeada.
Juliana tiene que admitir que el porte delicado y cara de Valentina son atractivos, pero algo en su mirada no le agrada, la hace sentir como un objeto.
—Juliana Valdés —Juliana puso su mejor sonrisa y le ofreció su mano como cortesía.
—Valentina Carvajal. —Al ver la mirada de su primo Valentina cambió su mirada coqueta a una mirada de indiferencia.
Poso su mano en la mano en la cadera de Juliana y su mirada se volvió aburrida.
El momento se volvió incómodo, además de brindar un ambiente intenso.
—Juliana y yo iremos a saludar a los demás invitados, siéntete como en tu casa, Valentina —Bruce le sonrió y dio la vuelta haciendo caminar a Juliana fuera del alcance de Valentina.
Tal vez Valentina vio demás a Juliana, quedando encantada con el movimiento de las caderas de Juliana al caminar.
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𝐈' 𝐎𝐜𝐞𝐚𝐧𝐨 𝐞 𝐥𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐭𝐞; 𝐉𝐲𝐕
RomanceDonde Juliana es una linda omega con una linda cafetería en un pequeño pueblo de Italia, y Valentina es la nueva alfa del pueblo, es tosca y trabaja como pescador. ღ❜ ❪𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻𝘁𝗶𝗻𝗮❫; Valentina G!P ღ❜ Adaptación autorizada; ©larrylarrylarryso...