El suave aroma a chocolate se sentía en el aire, el té de menta estaba preparado y la carta de admisión a la pequeña universidad en el campo estaba entre las manos de Juliana.
La alegría de Juliana era incomparable, nunca se había visto tan feliz.
La omega brillaba.
La carta había llegado en la mañana, antes de que está saliera de casa hacía su último día de clases. Al fin se había graduado y podía olvidarse de las interminables horas en que era atemorizada por alfas hormonales con un complejo de superioridad y omegas que por presión social llegaban a molestarla por su físico.
No le agradaban sus compañeros de clase, solamente Florencia, la dulce omega de olor a nuez moscada.
Volviendo al presente la omega esperaba a su padre para poder hablar acerca de lo que planeaba hacer.
Todo estaba en orden, planeaba mudarse a un pequeño pueblo tranquilo donde se encontraba su universidad donde la formarían como maestra, también tomaría unos cursos de finanzas y administración para poder abrir su añorada cafetería o restaurante, no quería algo lujoso, solo quería un lugar al cual llamarle hogar.
El tintineo de las llaves de metal de su padre se escuchaba y sus pisadas fuertes resonaban en el gran pasillo vacío.
Su padre nunca se tomó la molestia de decorar la casa, nunca se encontraba en esta y Juliana sinceramente estaba muy ocupada para decorar la gran casa ella sola, por lo cual no había fotografías, pinturas o jarrones con flores.
—Juliana. —Su padre saludó quitándose sus gafas y tomando una botella de agua del refrigerador, —seguirás subiendo de peso si sigues con esos hábitos alimenticios. —Señaló al delicioso pastel de chocolate que estaba en la mesa.
—T-te lo prepare a ti, papá, tengo algo que decirte.
Juliana se escuchaba emocionada y nerviosa.
—Yo también tengo algo que decirte, ¿cuándo planeabas decirme? —Sacó un sobre color azul marino de su maletín.
Un nudo en la base del estómago de la omega se formó.
—Te aceptaron en Princeton y yale, y tienes una buena beca.
—S-si, e-el señor murphy...
—Sabes que detesto cuando tartamudeas, me recuerdas a tu madre. —Su tono de voz frío hizo que la omega se estremeciera de miedo.
Aclaró su garganta. —El señor murphy me pidió que enviara cartas a esas escuelas por representación de la e-escuela...
—Esto es excelente, Juliana. Hablé con unos compañeros de trabajo y perfectamente te pueden ofrecer un buen puesto en la empresa en que trabajo, también puedes ser una buena autora.
Juliana bufo.
Otra vez era su padre depositando sus sueños en ella.
—Y-yo no voy a aceptar la beca, no iré a ninguna de esas universidades.
El alfa rio.
—¿Estas bromeando, o delirando? ¿qué otro plan tienes?
—Me aceptaron en una universidad cerca de Castle combe, es para estudiar pedagogía... —la menor tartamudeo un poco por la intensidad en que el alfa le miraba.
—¿Castle combe? ¿pedagogía? planeas pasar toda tu vida enseñando el abecedario con un salario pésimo. —El tono despectivo en la voz de su padre la hizo enojar.
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𝐈' 𝐎𝐜𝐞𝐚𝐧𝐨 𝐞 𝐥𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐭𝐞; 𝐉𝐲𝐕
Lãng mạnDonde Juliana es una linda omega con una linda cafetería en un pequeño pueblo de Italia, y Valentina es la nueva alfa del pueblo, es tosca y trabaja como pescador. ღ❜ ❪𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻𝘁𝗶𝗻𝗮❫; Valentina G!P ღ❜ Adaptación autorizada; ©larrylarrylarryso...