Iván volvió a suspirar: —No volví a juntarme con nadie más después de ella. Ella siempre me decía que era un pibe terrible, inútil, inmaduro, infantil, descuidado, despistado, tarado, virgen, boludo, y vivía diciéndome que mi cuerpo era horrible y que por eso no se dejaba coger — bajó su mirada, no teniendo valor de mirar al castaño. Le daba vergüenza... se avergonzaba de sí mismo.—No dejaba que tenga amigos. Tenía ataques de ira y rompía todo, o me tiraba lo primero que encontrara nomás para desquitarse. Me dejó muchas veces plantado, también me dejó plantado cuando me gaste bocha de plata para ir a un restaurante caro, y no llegó nunca — miró de reojo a Rodrigo. Esos verdes ojos podían reflejar sorpresa —Y un día que llegue a casa temprano, estaba ella desnuda en la cama con otro chabón, y... y bueno, ahí terminó todo. No la volví a ver más desde ese día. No sé que será de ella, pero tampoco me interesa.
El castaño apartó la mirada aturdido por el relato tan... desagradable.
—¿Qué mierda te tenía tan enganchado con tremenda hija de puta? — suspiró el castaño, bebiendo un sorbo de su lata de cerveza.
—Yo- yo pensaba que las cosas eran así... mi mamá me enseñó eso — murmuró, dándole una larga calada a su cigarrillo, para luego exhalar todo el humo.—Mi viejo la trataba re mal, y le pegaba, pero ella me miraba, y me decía que no me preocupe... que así es el amor. Que apesar de los golpes, insultos, y eso, él la seguía amando más que nunca.
Rodrigo tragó en seco, y sus verdes ojos se posaron sobre el rostro del de tez pálida.
—No, Rodrigo — reprochó el más alto —No, no me mires así. Odio que me miren así — extendió su mano y la puso sobre la cara del contrario para luego hacer que mire hacia otro lado, cosa que no tuvo éxito.
—¿Qué? ¿Cómo te estoy mirando?
Iván le arrebató la lata, y bebió un sorbo: —Con lastima.
—No te miro con lastima, Ivi. Es una mirada... compasiva — colocó su mano sobre su hombro, y acarició la zona hasta llegar a su nuca, despeinando levemente sus rizos oscuros.—Te compadezco.
Iván se alejó a la defensiva.
—No me toques, no me conoces — soltó brusco.—No flashees confianza. Somos amigos hace solo meses.
—¿Confianza? Iván, literalmente me acabas de contar la trágica historia de tu primer noviazgo, y también... lo de tus viejos — susurró lo último.
—No- Eso no tiene nada que ver — chilló, apartando la mirada.—A- aparte... vos me obligaste.
Rodrigo soltó una risa algo irónica.
—No. Yo solo te dije que a veces es bueno un desahogo — corrigió, ganandose un ceño fruncido por parte del pelinegro.—Hace bien a uno mismo tener una persona a lado y contarle lo que te pasa, y aunque esa persona no te dé consejos, o no sepa que decir, por lo menos sabes que te escuchó y le interesó... vos a mí me interesas, y me importas mucho apesar de que no tengamos una amistad de más de cinco años.
—No, no digas eso — un tic nervioso se hizo presente al llevar su mano derecha a su nuca, y rozar con la llema de sus dedos la piel de su nuca, sintiendo escalofríos al tacto frío. Comenzó a acariciar, y frotar con su fría mano su nuca, calmando sus nervios.
—Eu, tranqui, amigo. No me voy a poner a discutir que se siente que tu pareja te maltrate y te use, porque no lo sé — murmuró, sintiendo ganas de abrazarlo, y brindarle calidez y cariño.—Debió ser muy duro, y lo entiendo. No te juzgo si eso te preocupa.
Rodrigo lo escaneó unos cortos segundos. Se lo veía nervioso, tenso... triste.
—¿Hace cuánto no te dan un abrazo? — se escuchó preguntar a sí mismo.
Iván levantó su mirada café, e hizo que enserio sintiera aún más ganas de abrazarlo... acurrucarlo en su pecho, y mimarlo, y hacer que se olvide de todo. Siendo sincero, él también lo necesitaba... olvidarse de todo.
—¿Por qué preguntas eso?
—Se nota que necesitas un abrazo — murmuró él, sonriendole.—Me gusta dar abrazos, Ivi.
—Pero... pero a mí no me gustan los abrazos.
Rodrigo sonrió, y se encogió de hombros para luego abrir sus brazos, y atraer al más alto hacia él. Sintió como el cuerpo del otro se tensó, y lo escuchó suspirar hondo.
—No me gustan los abrazos, Carrera — susurró, obligándose a ablandar su cuerpo.
—Sé que lo necesitas. Lo necesitas, tarado — subió su mano derecha para enredar sus dedos en aquel rizado pelo negro.—¿Te da vergüenza pedir abrazos?
—No, no — susurró casi inaudible.—La única que me abrazaba era mi mamá, y le prometí que no me iba a dejar abrazar nunca más.
—Iván, bebé, a tu mamá no le hubiera gustado eso. Ninguna madre se sentiría feliz de que su hijo no reciba más cariño por nadie, ¿entendes?
Iván asintió, para después dejarse llevar. Comenzó a acercar su nariz al cuello del castaño.
—¿Huelo bien? — preguntó entre risitas Rodrigo.
No obtuvó respuesta por parte del otro.
—Ivi, si algún día estás mal, o necesitas un abrazo, no tengas vergüenza de pedírmelo, ¿sabes?
El azabache asintió ligeramente, comenzando a subir sus manos por la espalda de Rodrigo, correspondiendo por primera vez en mucho tiempo a un abrazo.
...
(¡A pedido de: soycarre!)
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•One Shots• {Spreen×Carrera}
FanfictionOne Shots con modismos argentinos, de dos streamers argentinos de twitch, Spreen y Carrera. Sí hay contenido +18, pero que quede claro que no busco sexualizar a ningún streamer ni nada. Es pura joda, y fue. (Pueden haber apariciones de otros streame...