Era tan excitante y a la vez doloroso verlo detrás de un vidrio y con el teléfono que les permitía hablar.
Él parecía un pibe malo. Muy malo. Tanto que hacía que la pija de Iván se removiera al verlo.
Rodrigo siempre fue caliente. Sus manos grandes y firmes en su cadera mientras golpeaba su próstata con su pija y lo hacía gritar, sollozar, jadear y gemir muy fuerte.
Ellos jamás hacían lo correcto.
Si Iván se mandaba una cagada poco legal, Rodrigo estaba ahí para acompañarlo y cubrirlo; también viceversa.
Así que ahí estaba Rodrigo.
Preso por mandarse una cagada estúpida.
—¿Vas a venir a verme, y vas a llamarme, hermoso? — habló Rodrigo.
Iván asintió. No podía pronunciar ni una palabra.
—¿Vas a cuidar a Barru? — sonrieron.
Volvió a asentir, llamando la atención de Rodrigo.
—Amor, hablame. Quiero escucharte — ordenó apoyando ambos codos sobre la mesa para mirarlo mejor.
—Es que no sé qué decirte, perdón — murmuró.
Rodrigo rió por lo bajo.
—Pero ya en un rato me voy a ir — le recordó, borrandole la sonrisa a su novio.—, aprovecha que todavía quedan unos minutos más.
El pelinegro tragó saliva y también se apoyó sobre sus codos. Ambos estaban muy cerca y muy lejos a la vez.
—Te extraño mucho — susurró con una sonrisa triste —Extraño que me toques y que me-
—¿Que te coja? — interrumpió con una sonrisa burlona.
—Iba a decir que me acaricies, pero que me cojas también — dijo y Rodrigo le regaló una risita linda.
—¿Vas a esperarme, bebé? — preguntó el castaño.
—Todo el tiempo del mundo — volvió a susurrar con dulzura.
Se quedaron mirando, extrañando tocarse y besarse. Se extrañaban mucho y ni un mes había pasado.
—¡Se acabó el tiempo! ¡Dale! — avisó el guardia, haciendo señas de que los presos debían cortar.
—Te amo, Iván. Te amo muchísimo. Sos el amor de mi vida, ¿lo sabés? — Iván asintió rápidamente, dedicándole sonrisas bonitas.
—Yo también te amo mucho, Rodri — le respondió.
La llamada se cortó por si sola, pero Rodrigo se negaba a irse y dejar de apreciar el rostro de su precioso novio.
—¡Dale, enano de mierda! — gritó el guardia impaciente, acercándose a Rodrigo.
El guardia levantó a lo bruto a Rodrigo de la silla y empezó a esposarlo. El castaño volvió a mirar a Iván y comenzó a tirarle besitos al aire, sintiendo satisfacción al ver aquel sonrojo teñir sus mejillas blancas y ver esa tímida sonrisa.
Iván, aún con el teléfono pegado a la oreja, miró con atención a Rodrigo siendo alejado de él, y su corazón dolió un poco.
Estaba dispuesto a esperarlo años.
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•One Shots• {Spreen×Carrera}
FanficOne Shots con modismos argentinos, de dos streamers argentinos de twitch, Spreen y Carrera. Sí hay contenido +18, pero que quede claro que no busco sexualizar a ningún streamer ni nada. Es pura joda, y fue. (Pueden haber apariciones de otros streame...