Chau

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Ambos sentados frente el mar, en silencio.

Iván miraba las olas moverse ligeramente, y estaba tan concentrado en esos movimientos tan hipnotizantes que no se daba cuenta de que poco a poco lo suyo con Rodrigo moría lentamente.

¿En qué momento se distanciaron tanto?

Mierda, Iván aún lo amaba... ¿acaso Rodrigo dejó de amarlo, o simplemente se aburrió? ¿Y si hizo algo mal? ¿Habrá cometido algún error?

—Deberíamos tomarnos un tiempo — murmuró Rodrigo. Iván ni se inmutó, pero por dentro sintió una punzada.—Creo que los dos estamos muy en otra. A lo mejor un tiempito no nos vendría-

—¿Qué hice? — interrumpió con angustia, pero su rostro no reflejaba nada. Su mirada estaba perdida en el mar.

Rodrigo no dijo nada. Efectivamente algo había hecho mal.

—No es que hayas hecho algo malo, solo pienso que tanto vos como yo estamos muy estresados y no nos damos tanta bola como antes — se explicó con calma —No estoy diciendo que vamos a separarnos, no te asustes. Vos todavía me tenés como boludo enamorado, por eso no te preocupes — sonrió dándole un empujón, tratando de aliviar el ambiente, pero Iván no ayudaba mucho.

—Pero no quiero que me dejes — susurró ahora mirándolo con sus ojos achinados y lagrimosos.

El castaño rápidamente hizo un gesto preocupado al ver su rostro tan triste y lo rodeó de inmediato con sus brazos.

—No, no, no llores, no llores — musitó cerca de su oído —No voy a dejarte, es solo un tiempo. Yo te voy a seguir amando, bonito, ¿sí? Voy a amarte hasta la tumba.

—¿Y por qué querés que nos tomemos un tiempo entonces? — sollozó débilmente.

—Iván, bebé, mírame — acunó el rostro de Iván en sus manos y obligó a que lo mire —Hay que admitir que no estamos tan unidos como antes. Vos estás muy estresado con hacer contenido, con tortilla, con esto, con lo otro; y yo estoy muy estresado con la facu — besó con ternura sus labios.—Vos arréglate con tus temas, y yo voy a tratar de subir mis notas. Nos va a hacer bien, te lo p-

—¡No, no quiero! — se alejó de Rodrigo, con el ceño fruncido —¿Por esa mierda querés tomarte un tiempo?

—Ivi, amor, cálmate. Los dos estamos muy centrados en lo nuestro. ¿Hace cuánto no salimos juntos a algún lugar, o hace cuánto no nos abrazamos? — Iván tragó saliva, notando la distancia que había entre ellos últimamente —Pensé que un tiempo nos iba a venir joya. Cuando los dos estemos menos estresados y con más ganas de amar podemos volver.

—¿Y si nos tomamos un tiempo y las cosas no mejoran... entonces nos vamos a separar? — susurró casi inaudible.

Rodrigo no respondió. Tomó la mano de Iván, y con la otra enredó sus dedos en el cabello rizado y pelinegro de Iván.

—Van a mejorar, bebé. Las cosas van a mejorar — trató de convencer con optimismo.

—¿Y si no mejoran una mierda? Rodrigo, tené en cuenta eso también, boludo.

Ambos quedaron el silencio. Los verdes ojos de Rodrigo también se llenaron de lágrimas.

—No me lo hagas más difícil, bo- bonito — casi suplicó con su voz quebrada.

Nuevamente lo único que se escuchó fueron las olas, y ni una palabra salía de sus bocas.

Iván se levantó de la arena y se sentó arriba del regazo de Rodrigo, rodeandolo con ambos brazos y el castaño con sus brazos envueltos en su cadera.

—¿Me juras por Barry que es solo un tiempito y no me vas a dejar para siempre? — susurró en su oído, sintiendo como los brazos de Rodrigo apretaban con firmeza su cintura, pero no tanto como para doler.

—Te lo juro, precioso — soltó en un pequeño sollozo.

Se miraron otra vez y se besaron. El beso se sentía como si fuera el último. Se acariciaban mientras se besaban; Iván enredaba sus dedos en el castaño y ondulado cabello de Rodrigo, y Rodrigo acariciaba su pálida y delicada cadera debajo de la remera, con una mano en su cadera y la otra subía lentamente por su espalda. El beso era lento, compartían saliva y sus lenguas giraban al rededor de la otra. El ruido de sus lenguas era camuflado por las olas y el viento que había ese día en la ciudad.

Se separaron del beso e Iván se levantó murmurando un “Chau” muy débil y roto, dejando atrás al pibe que estuvo con él en los momentos más difíciles y los momentos más felices e importantes para él.

¿Por qué dolía tanto? Solo era un tiempo, no debería sentirse así. Rogaba que su corazón no dejará de latir por esto.

•One Shots• {Spreen×Carrera}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora