Quirk Demoníaco [reescribiendo]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 VII

Ha pasado más de un mes desde que Izuku comenzó con su arduo entrenamiento. El cambio de entorno fue difícil, no solo para Izuku, ya que Shota tuvo muchas cosas rotas que pagar y si hablamos de sus propias cosas en el antiguo departamento ni hablar.

Por suerte para él, cierta peliverde quien se había encariñado mucho con Izuku desde que los presentó, lo ayudó a cuidar del pequeño. Mientras tanto, Aizawa junto a Nezu se encargaban de limpiar y reparar los platos rotos de Hantengu, en su pelea con medio vecindario…

Actualmente nos encontramos en la oficina de profesores de la UA, donde Mic terminaba de escribir su informe en la computadora mientras cierto pelinegro dormía plácidamente en su saco.

Al sonar la alarma, que notifica el fin de la jornada laboral, Shota habló mientras se levantaba:
—Que día agotador, pero al fin se acabó el día.

—¿En serio? —dice Mic— Siempre te duermes la última media hora en tu saco.

—Los sueños reparadores son importantes.

El rubio se le quedó viendo, y luego gritó:
—¡Ahora me dejaste pensando! —dijo rascándose la frente— Si ya te ves así de mal durmiendo... No, no me imagino en el caso que no llegaras a dormir. Supongo que hay cosas que no cambian jeje.

—Que yo sepa solo hay una mujer que lo hace cambiar —dice Midnight llegando con el dúo de amigos.

Al voltearse, Aizawa suspira al ver esa sonrisa burlona en el rostro de Nemuri.

Mic comenzó a reír por lo bajo, sabía por donde iría la conversación.

Y antes de que alguien diga algo, Mic lo grita:
—¡El señor gruñón se enamoró de Fufukado! —festejaba levantando los brazos, siendo escuchados por el resto de profesores.

En silencio, Aizawa esconde su rostro entre sus vendas.

—No le hagas caso, Aizawa. Ustedes dos hacen una linda pareja —diría la peliazul de traje sexual, tomando la palabra:— Aparte, desde que te mudaste a la UA y ella comenzó a visitarte aquí, empecé a notar cierta tensión sexual entre ustedes.

—¡Eso no es nada! —dijo Mic tomando la palabra:— Yo noté que Fufukado gustaba de Shota desde hace años. Ahora que apareció Izuku es cuando ella estuvo más activa. Supongo que estaba celosa o no sé. Shota, ¿qué fue lo que causó todo? Dinos cuál fue el milagro místico que te abrió los ojos.

Aizawa suspiró y cerró los ojos.
—Fue esa noche de verano, hacia mucho calor y ella había venido a mi departamento, no me acuerdo por qué peleamos pero cuando menos me di cuenta... —pero se detuvo abruptamente.

—¡¿Cuando menos te diste cuenta, de qué?! ¡¡No puedes contarnos el relato a la mitad!! —diría Mic molesto, pero Shota lo ignoraba tanto a él como a Nemuri.

Abrió los ojos e ignorando a su amigo, vió la sonrisa de su compañera riéndose por lo bajo. Se maldijo a si mismo. Con su reacción, supo que ella había alcanzado a ver aquella foto…

—Oye Aizawa, ¿esa noche no es del día que subiste esa foto? —dijo ya sin aguantarse la risa.

Mic se quedó estático al verla así, no sabía por qué se reía de esa forma. ¡Él quería reírse también! Más cuando Shota hacia esas caras de fastidio. Había algo más y al parecer no estaba enterado… ¡Y lo peor es que nadie le decía nada!

Al final, el rubio suspiró triste mientras escuchaba las risas de su compañera.

Shota entrecerró los ojos y la miró con recelo.
—No me recuerdes lo del bigote... —dice Aizawa gruñonamente.