Quirk Demoníaco [reescribiendo]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 XV

—Como los míos cuando yo uso mis poderes demoníacos... —luego de decir aquellas palabras, Izuku vería a Muichiro con la mirada perdida.

«¿Qué tanto piensa?», dijo y comenzó a mover su palma cerca de su rostro para que reaccione.

Segundos después, este se quita de un golpe la mano del mayor.
—Ya volví —dijo Muichiro.

El mayor sonrió ante su actitud.
—A veces me pregunto en qué piensas.

Muichiro lo miró a los ojos.
—Algún día te contaré mis planes para dominar el mundo —dijo cruzándose de brazos, orgulloso.

Izuku rio a carcajadas.
—Como tu digas —dijo caminando hacia la salida, evitando chocar con los profesores durmiendo sobre el suelo— No te quedes ahí, ven, vamos a casa.

—Voy —dice el menor siguiéndole.

—Si tenemos suerte, mamá no estará despierta a esta hora... —diría Izuku.

Y así, ambos hermanos salieron de la enfermería rumbo a casa.

Mucho no les tomo pasar por los pasillos de la UA, hasta una de las salidas que deban a los extensos campos de la escuela.

Cuando iban llegando a la zona más boscosa, vieron a lo lejos su casa, medio escondida entre tanto verde.

Era una casa normal de dos pisos de altura, reforzada con materiales altamente resistentes como el acero pero decorados con hermosas pinturas pasteles para disimular. Era una mini fortaleza.

Los chicos se detuvieron a unos cuantos metros y vieron la ventana del piso superior. En ese cuarto estaba ella…

Izuku tragó en seco.
—¿Estara despierta? —dice un poco asustado.

Muichiro lo pensó y el miedo se le contagió.
—No creo —dijo con duda— Amaneció hace unos minutos.

Ambos estaban acobardados. Ni uno daba un paso. Hasta Izuku sintió un ligero escalofrío en su espalda por los nervios, pero ese escalofrío le dió una idea…

Muichiro no tardaría en escuchar cosas raras y al voltearse, miraría a Izuku construyendo en la palma de su mano el biwa de la demonio, a base de sus raíces carnosas.

«Yo puedo», se dijo a sí mismo.

Izuku tomó aire y cerró los ojos. Necesitaría concentrarse, ya que el biwa junto a la respiración lunar eran de las cosas que no dominaba.

Mientras tanto, Muichiro vió como usaba el instrumento, pero se sorprendió cuando no ocurrió nada…

Pero interrumpiendo sus pensamientos, Kaigaku caería enfrente de ellos.

Una pequeña nube de polvo se formó, y luego de regenerarse, el demonio levanta la mirada confundido.

—¿Izuku? —dice Kaigaku levantándose.

Pero el pecoso afilaría su mirada y el demonio se alarmaría por eso.
—Kaigaku —dijo de manera seria— Escucha con atención, está misión es de alto nivel.

El demonio también se puso serio.
—Qué necesita —dijo apoyando su mano sobre el mango de su katana.

—¡Ve a la casa y verifica si mamá está durmiendo!

Kaigaku parpadeó confundido, luego miraría a Muichiro, pero él estaba igual de serio.

No aguantó y bufó, casi echándose a reír. Le había gustado la broma…

Segundos después, el demonio se encontraría entrando por la puerta de la casa.
—Qué clase de misión de alto nivel es esta —dijo molesto, cerrando la puerta detrás de si.