BAJO EL CIELO DE LA TRAICIÓN- SEHO

XIX

Era cierto que las catástrofes pasaban a cámara lenta. Los sentidos de JunMyeon registraron la terrible secuencia en un tiempo irreal. La chirriante disonancia de los frenos, el sonido del metal al golpear el cuerpecito frágil... todo transcurrió a un ritmo macabro. Había sido así cuando Yoona había recibido el disparo que había matado a su padre.

Eun-woo fue arrojado a casi cuatro metros de distancia, como si fuera un trozo de papel en el aire. Golpeó el asfalto primero con la cabeza y finalmente aterrizó sobre la espalda como uno de esos héroes de acción que tanto le gustaban. Llegado ese punto, todo se aceleró de repente y las imágenes se distorsionaron a causa del horror. JunMyeon no recordaba haberse movido, al menos no conscientemente, pero de pronto se encontró agachado sobre Eun-woo, arrodillado a su lado. A través de la cacofonía interior y del tumulto exterior, se impuso una voz que gritaba y que decía que era médico y le pedía a todo el mundo que retrocediera. JunMyeon examinó a su hijo inconsciente con toda profesionalidad del que pudo hacer acopio. Sus manos trabajaban a toda velocidad, tomando medidas de emergencia, ladeándole la cabeza y despejando las vías de aire, comprobándole el pulso y la circulación... La ambulancia llegó en ese momento, pero JunMyeon continuó ayudando, inmovilizando, transportando y ayudando a revivir a Eun-woo.

Poco después JunMyeon ya no pudo hacer nada más hasta llegar al hospital. Sabía que debía llamar a Winter y JaeYoon, pero su primera llamada fue para otra persona.

SeHun.

Aunque SeHun se hubiera alejado de ellos, Eun-woo también era parte de él. Aunque SeHun hubiera escogido no ser su otro padre, una vez SeHun le había dicho a JunMyeon que quería ser su aliado, y solo un aliado con las mejores influencias podía ayudar a JunMyeon en ese momento.

JunMyeon era cirujano pediatra y tenía amplia experiencia en trauma, pero la situación requería de otras habilidades también. Eun-woo necesitaba un enfoque multidisciplinar, con un cirujano al mando cuya especialidad fuera neurocirugía, y en ese momento solo le venía a la mente una persona, un especialista que solo SeHun podía conseguir.

La llamada fue atendida de inmediato.

—SeHun, yo...te necesito. —susurro JunMyeon con voz entrecortada—. Eun-woo te necesita.

En cuanto SeHun notó que su teléfono vibraba supo que era JunMyeon, aunque su mirada le hubiera dicho que jamás volvería a verlo tan solo unas horas antes. Si tenía razón y era JunMyeon, entonces algo horrible debía de haber pasado.

Y entonces, al oír su voz... Eun-woo su hijo, el hijo de ambos... estaba en peligro.

El peor escenario posible se había presentado en la mente de SeHun. Sin esperar más SeHun busco la forma de contactar a Xiumin y Baekhyun... tenía que conseguir localizarlos...

De camino al hospital SeHun los llamó. Se trataba de los médicos de EXO PLANET, ambos eran una eminencia que habían salvado a todos los demás miembros de la hermandad. SeHun jamás les habría confiado la vida de su hijo a otras personas.

Xiumin contestó de inmediato y le aseguró que estaría ahí con Baekyun y con toda su unidad móvil en menos de una hora. Sin embargo, si la situación era crítica, debían empezar sin ellos.

SeHun volvió a llamar a JunMyeon y lo incluyó en una conferencia para que pudiera darle a Xiumin y Baekhyun su diagnóstico directamente. JunMyeon era el experto y además había presenciado el accidente.

Pero no había sido un accidente. SeHun era el culpable. Todo había sido culpa suya. Cada vez que se acercaba a JunMyeon estaba a punto de destruirlo todo.

Aún bloqueado por el odio a sí mismo, SeHun oyó cómo JunMyeon le daba un informe detallado a Xiumin y Baekyun. Su voz se quebraba por momentos.

—Teniendo en cuenta sus constantes, el diagnóstico de hematoma subdural con una contusión cerebral de golpe y contragolpe es correcta. Has conseguido estabilizarlo y has detenido la inflamación del cerebro, lo cual mejorará con el tiempo. Pero necesitará cirugía para drenar el hematoma y frenar la hemorragia. No es tan urgente como me temía, así que Baekyun y yo podemos hacerlo. Trae al niño a la pista y tendré el quirófano listo. —dijo el Xiumin con calma.