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POV CHAN

Luego de tranquilizar a la chica que no paraba de disculparse, levanté la mirada hacia la barra y no vi a ninguno de mis amigos, ni a Lara o Félix. Habían desaparecido. Me aparté a un rincón y saqué el celular tecleando un mensaje al grupo para que me dijeran donde se encontraban. La respuesta no tardó en llegar, habían conseguido acercarse y ahora todos se encontraban en la pista de baile. Suspiré sabiendo que mis amigos podrían evitar que ocurriese cualquier cosa entre ellos en esos momentos, entonces con calma emprendí camino al lugar donde se encontraban. 

-Hey, te perdimos.- Dijo Changbin tomando mi hombro una vez me acerqué.

-Tuve un pequeño problema.- Señalé mi camisa que seguía empapada. 

-Me parece que ya encontraste con quien pasar la noche...- La voz despectiva del rubio me hizo mirarlo mal. ¿Cómo se atrevía a hacer ese comentario delante de Lara? Claro, si su idea era llegar a algo más con ella era evidente que me iba a intentar dejar mal parado a mi.- Te buscan...- Señaló por encima de mi hombro.

Antes de voltearme observé a Lara, quien parecía ajena a toda la conversación. Una vez que lo hice me encontré con la misma chica con la que había chocado, venía caminando hacia mi de forma algo exagerada. 

-Ay no...- Suspiré y cerré los ojos esperando que así la imagen de esa chica se borrase al abrirlos.

-Oye guapo, me derramaste el trago...- Dijo acercándose en exceso.- Si buscabas una excusa para acercarte a mi no era necesario, te llevaste mi atención desde que entraste con tus amigos.

-Lo lamento, pero creo que malinterpretaste las cosas.- Me rasqué la nuca incómodo y retrocedí lo máximo que pude, no mucho ya que el lugar estaba lleno de personas bailando. 

-No sientas vergüenza porque están tus amigos...- Volvió a acercarse a mi para susurrar en mi oído.- Podríamos subir para estar más tranquilos.

El aliento a alcohol que tenía la chica me estaba revolviendo el estómago, se notaba desde lejos que ella era el tipo de chicas que disfrutaban insinuándose a los hombres y ligando con el primero que cayera en esto. Miré por encima de ella y vi a un grupo de chicas riéndose mientras observaban toda la situación, supuse que serían sus amigas. No pensaba faltarle el respeto a ella, no solo por Lara, sino porque no se encontraba en condiciones de nada. Sin mirar a mis amigos la tomé por el brazo y entre otras insinuaciones de lo que podríamos hacer la llevé de nuevo con su grupo. 

-Por favor, llévensela a casa y cuídenla. No está en buenas condiciones, lo lamento.- Me alejé del grupo de chicas que seguían riendo y dándome cumplidos, en dirección a mi grupo de amigos.

-¿Y Lara?- Pregunté viendo que sólo se encontraban Han y Changbin allí. 

Mis dos amigos se miraron con miedo y comenzaron a balbucear sin poder coordinar más que dos palabras.

-Chicos...- Suspiré tomando mi nariz molesto por su indecisión.

-No te enojes hyung... nos giramos dos segundos y cuando volvimos a ver ellos ya no estaban.- Han consiguió coordinar la oración con algo de miedo. 

Salí enseguida a verificar si la motocicleta del rubio seguía en su lugar, pero no era así, se habían marchado juntos. Suspiré pesado y me giré, los dos venían detrás de mi, los miré de nuevo, ya no teníamos más que hacer en la fiesta, hice un movimiento de cabeza y comprendieron con solo verme. Nos montamos todos de nuevo en el coche y volvimos a casa.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!- El grito de Han no hizo más que darnos risa

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-¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!- El grito de Han no hizo más que darnos risa.

-No puedes tenerle miedo a una película tan mala como esta. Se nota a la legua que los efectos están mal hechos.- Changbin le arrojaba algunas palomitas en la cara mientras yo seguía riendo. Definitivamente prefería una y mil veces estar viendo películas con mis dos mejores amigos que en una fiesta repleta de personas bajo efectos de las drogas legales y no tan legales.

Lo único que deseaba es que Lara estuviese allí con nosotros y se asustara junto con el menor de nosotros. Tomé mi celular esperando ver algún mensaje de ella, pero solo me encontre con el reloj marcando las 3 y 40 de la mañana. Un nudo se formó en mi garganta y un puño presionaba mi estómago de solo imaginar lo que estaba haciendo ese rubio con ella. Solo esperaba que lo que ocurriese fuera consentido y no se aprovechara de ella en ninguna forma.

-¡WOAH¡ ¡NO TE DES VUELTA!- Gritó nuevamente Han trayéndome a la realidad.

-Jisung, por favor nos van a correr del apartamento por tus gritos.- No pude evitar reprenderlo entre risas.

-Chan, vamos por la tercer película de terror y todavía no han venido a quejarse, no creo que lo hagan ahora.- Se defendió el castaño

Antes de que pudiera responder el ruido de la puerta de entrada y una sombra ingresando a nuestra morada nos hizo gritar a los tres abrazándonos entre nosotros.

-¿Qué les dije de ver películas de terror?- La voz de Lara risueña nos tranquilizó.

-¡Noona!- Han corrió a sus brazos casi llorando mientras ella encendía la luz de la sala de estar, cegándonos momentáneamente.

-¿Qué te han hecho pequeño?- Observé cómo lo abrazaba con cariño y acariciaba su cabello como lo haría una madre con su pequeño asustado.- ¿Qué le hicieron ver al niño?-Sus ojos se clavaron en nosotros dos, ninguno sabía que responderle.

-¡Fue su idea!- Gritó Changbin señalándome.

Todos allí sabían que las películas de terror no eran mis favoritas, pero no me molestaba verlas. En cambio Han no las soportaba y el verdadero fanático del género era Changbin. Por eso Lara no le creyó y comenzó a reprenderlo como siempre que hacíamos ver a Han películas de terror, es decir, ella se encargaba de gritarle y reprocharle que el castaño no podría dormir y tendría pesadillas por lo que habíamos visto, mientras él seguía en cuclillas abrazado a ella escondiendo su rostro en su cadera y sollozando. Por otro lado Changbin actuaba como un niño reprendido por su madre agachado la cabeza, asintiendo y soltando breves disculpas y promesas que luego serían rotas como la última vez que habíamos visto películas de terror sin la castaña.

Mientras todo eso ocurría yo me mantenía al margen observando a la chica con atención. Traía el vestido algo arrugado, estaba descalza ya que había dejado los tacones en la entrada, aún llevaba las llaves en su mano libre, el cabello algo desordenado y una marca en el cuello. Se veía tan... Espera...

-¡¿MARCA EN EL CUELLO?!- Mi mente me traicionó y decidió gritar eso en lugar de pensarlo solamente.

Los tres pares de ojos se posaron en mi como si estuviera loco y yo no podía dejar de ver a Lara con el corazón estrujado. ¿A caso ese maldito de Félix había conseguido acostarse con ella?

-¿De qué rayos estás hablando Chan?- La voz de Lara seguía demostrando el enojo que tenía con el pelinegro.

-¿Dónde estuviste, Lara?- No pude llamarla como acostumbraba hacer, me sentía dolido.

-¡¿LARA?!- Changbin posó sus ojos en el cuello de la chica espantado. Han por su parte se paró y se acercó a ver la marca.

-¿Quién te hizo eso?- Cuestionó el castaño pasando su mano por el cairel violeta.

-¿A caso son mis padres ahora?- Enojada como estaba nos dio la espalda y se metió en su habitación.

-Creo que deberíamos irnos a dormir.-Dije aún más angustiado que antes por su reacción. Mis dos amigos asintieron, apagamos el televisor y cada uno salió rumbo a sus habitaciones. Yo fui con Jisung a buscar uno de mis pijamas, luego ya procedí a cepillarme los dientes y por último me senté en el sofá para darle también algo de espacio a Lara para que se calmara y no me echase ni bien entrase a la habitación.

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