Sweatshirt (sudadera) +18

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ADVERTENCIA CONTENIDO +18 MUY EXPLÍCITO. SI NO TE GUSTA PUEDES SALTAR AL SIGUIENTE CAPITULO.

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POV LARA

Nuevamente miré mi cuello en el espejo, no creía que hubiese dejado la marca tan a la vista.

-Maldito Félix, ya verá cuando lo vea el lunes...-Susurré intentando estar molesta con él, pero no podía, toda esa noche había sido mágica. No me había acostado con él, pero faltó muy poco para llegar. Me tiré sobre la cama mirando el techo y acariciando la zona de mi pecho que aún mantenía al desnudo por el escote del vestido. Sin pensar demasiado los recuerdos de lo ocurrido horas antes llegó a mi mente.

Flashback

Félix me propuso salir un rato a tomar aire, luego de que viera como esa chica se le insinuaba a Chan de forma tan descarada. No tenía derecho a quejarme de lo que pasaba, porque en definitiva él y yo no teníamos más que una relación de amistad y compañerismo, además él no conocía mis sentimientos hacia su persona. Pero mentiría si dijera que no me dolió y que me hubiese gustado poder gritarle en la cara que ese chico era mío y que se alejara.

-Conozco un lugar que te hará sentir mejor. ¿Quieres venir conmigo?- Su profunda voz me sobresaltó luego de que estuviésemos un buen rato mirando el cielo y escuchando la música retumbar a nuestras espaldas. Lo miré un instante, lo que más quería en estos momentos era volver a mi casa y esconderme en las sábanas cómodas de mi cama, pero sabiendo que él se había ido con esa chica yo solo dejé de pensar y asentí a su propuesta.

Anduvimos un buen rato en su motocicleta hasta que llegamos a las afueras de la ciudad, me había llevado a una especie de acantilado, desde donde se veían todas las luces de la ciudad y las estrellas al otro lado. Estaba maravillada, parecía que todos los celos se habían borrado de golpe.

-Wow...- Suspiré asombrada.

-¿Te gusta? Es mi lugar secreto, vengo aquí cuando quiero pensar con tranquilidad.- Dijo llegando a mi lado y tendiendo una manta que había sacado de debajo del asiento de su motocicleta. Me hizo una seña para que me sentara a su lado y yo simplemente obedecí. Él sin dudarlo puso su brazo sobre mis hombros y seguimos admirando el paisaje. Lejos de sentirme incómoda, puedo afirmar que me encontraba muy a gusto así.

-Gracias...-Murmuré acomodándome sobre su hombro y viéndolo desde ese ángulo, lucía tan bien bajo la luz de la luna, no podía negar la belleza que portaba este chico.

Él no respondió, simplemente se inclinó y me besó, al principio me sorprendió, pero luego le seguí el beso, era dulce, sumamente cariñoso y delicado. Incluso cuando pidió permiso para introducir su lengua y jugar con la mía no fue para nada brusco. Nos separamos un instante para recuperar el aire, pero como si de imanes se tratara nos volvimos a juntar besándonos con más intensidad esta vez. Con un ágil movimiento me levantó y me sentó sobre su regazo, mientras sus manos recorrían mi cuerpo desde la cintura hacia los hombros en subida y bajada. No pude evitar soltar un gemido cuando una de sus manos se atrevió a apretar mi trasero y la otra uno de mis senos. Sin darme cuenta mordí su labio y comencé a frotarme contra su creciente erección.

Sus labios dejaron los míos luego de morder mi labio inferior y se posicionaron en mi cuello besándola y chupándolo como si no hubiese un mañana. Cuando quise parar me encontraba con su boca en mi seno y sus dedos metidos en mi intimidad simulado pequeñas embestidas consiguiendo que gimiera sin pensar en que quizás alguien podría pasar por allí.

FIN FLASHBACK

Mi cuerpo reaccionó solo al recuerdo de ese momento, mi ropa interior estaba empapada, no fui consciente cuando me subí en vestido y comencé a estimular mi zona con los dedos, ya me encontraba en el punto sin retorno, necesitaba tener ese orgasmo que había interrumpido horas antes cuando mi consciencia me hizo pensar en Chan.

Chan... Dios, nuevamente se cruzaba por mi mente, su sonrisa, sus fuertes brazos, su boca que deseaba que me llenase de besos. Desesperada me quité el vestido y lo arrojé al costado de la cama, tomé del cajón de mi mesa de noche el consolador y lo encendí antes de llevarlo a mi zona. Ante el contacto mi cuerpo reaccionó, mi ropa interior se mojó aún más, mi mano libre pellizcó uno de mis pezones y la otra comenzó a trazar círculos sobre toda mi intimidad. Me mordía los labios con fuerza para no gemir, sabía que los chicos estaban en casa y no era la primera vez que me masturbaba con ellos cerca. Solo que esta vez la sentía diferente. Solté mi pezon y decidí darme vuelta, me puse en cuatro, corrí un poco mis bragas e introduje el consolador haciéndome gemir fuertemente y tratar de contener ese gemido contra el colchón. Comencé los movimientos hacia adelante y atrás con el bendito aparato mientras estimulaba mi clítoris con la otra mano. Mi cuerpo ardía cada vez más y la sensación de que estaba por llegar al clímax se comenzaba a formar en mi vientre bajo cuando sentí un aire frío colarse por la puerta y luego unos pasos dentro de la habitación. No me animé a mirar quién era, pero si me detuve.

-No te detengas Mon chéri...- Su voz sonaba más grave de lo normal. Fue ahí cuando decidí incorporarme un poco y verlo, aún en 4 pero apoyada sobre mis manos. Al hacer ese movimiento el consolador se acomodó a mi interior y me hizo soltar un pequeño gemido.

-Chan...- Dije en un jadeo, me sentía cada vez más caliente, mi intimidad quemaba y aún más al ser observada por él que se puso muy cómodo frente a la cama para tener una mejor vista.

-Termina con lo que estabas haciendo...- Su voz me hizo estremecer.- Acaba para mi...- Suplicó y pude ver como comenzó a pasar su mano por su miembro por encima de su pantalón.

No dije absolutamente nada, verlo así me hizo enloquecer más, decidí seguir, pero esta vez con más intensidad. Retomé las embestidas con el consolador mientras él me veía. Casi enseguida mi orgasmo se hizo presente, haciendo que goteara fuera de mi hacia la cama. Caí de nuevo hacia adelante, con las caderas todavía levantadas, el consolador todavía permanecía en su lugar y las vibraciones de este me hacían temblar por la sobreestimulación. Sentí como Chan me retiraba el consolador con cuidado y salía de la habitación dejándome allí nuevamente sola. El sueño me ganó y simplemente me quedé dormida.

Desperté casi a las 2 de la tarde, sola en mi habitación nuevamente. Recordaba perfecto todo lo ocurrido, ¿había sido un sueño o de verdad Chan me había pedido que me corriera para él? La vergüenza me estaba matando, no quería que fuera algo incómodo.

-Lara...- Dos suaves golpes en mi puerta y su voz me sobresaltaron.- Está pronto el almuerzo.- Vi como asomó su cabeza un poco para verificar que estuviese ahí, me sonrió cálidamente y cuando asentí informando que ahora iba se marchó.