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Advertencia: contenido algo subido de tono, nada demasiado específico. Si no te agrada puedes saltarte la parte :)

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POV LARA

Sentí como alguien levantaba mis mantas y se recostaba en el lado libre de mi cama, al cual le daba la espalda. Apenas abrí los ojos pude notar que el sol todavía no había salido y eso me molestó, porque cuando me despertaban era casi imposible que pudiera volver a dormir, con furia me di vuelta en la cama y enfrenté a mi acompañante.

-¿Puedo saber qué es tan urgente para que me vengas a despertar?- Mi voz era algo ronca por las horas sin hablar.

-Changbin me echó del cuarto noona, estaba roncando mucho, hazme un hueco por favor.- Han tenía los cabellos revueltos y apenas podía abrir los ojos, cosa que hizo que mi enojo se calmara un poco.

-Te dejo, pero para la próxima más vale que seas más cuidadoso al entrar, sabes que odio que me despierten.- Me acomodé en la almohada mirándole sonreír dormido.

-¡Gracias noona! Eres la mejor y por eso te quiero.- Sin esperar mi respuesta me abrazó fuertemente y no me soltó incluso cuando se durmió. 

Era una costumbre nuestra que viniera a mi habitación a dormir, ya que los ronquidos de su compañero no le dejaban dormir, cuando elegimos la casa contaba con tres dormitorios, decidieron dejarme uno para mi por ser la mujer del grupo y según ellos debía tener mi privacidad y ellos habían optado por dormir los tres juntos, dejando el la tercer habitación como escritorio, pero con el insomnio de Chan y los ronquidos de Changbin decidieron enviar a Chan a dormir al antiguo escritorio y este trasladarlo a la sala que era muy espaciosa, así él podría mantenerse despierto hasta que cayera dormido y la luz de su mesa de noche no molestaría a nadie. 

Sin quererlo me acomodé en el pecho de Han y el latido de su corazón funcionó como un sedante, a los pocos minutos ya estaba nuevamente dormida.

Me desperté con los rayos del sol filtrándose entre mis cortinas, el peso de un brazo en mi cintura me hizo sobresaltar hasta que recordé que Han se había pasado a mi cama durante la noche

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Me desperté con los rayos del sol filtrándose entre mis cortinas, el peso de un brazo en mi cintura me hizo sobresaltar hasta que recordé que Han se había pasado a mi cama durante la noche. Intenté deshacerme de su agarre para levantarme y así aprovechar el día, pero fue imposible, me pegó más a su cuerpo haciendo que me sintiera algo incómoda porque algo rozó contra mi trasero sin previo aviso. Yo sabía que ellos podían tener erecciones matutinas sin necesidad de estar estimulados específicamente, pero no estaba acostumbrada a sentirlos tan cerca cuando se encontraban así, aunque siendo sincera sí los había visto en situaciones algo comprometedoras por cuestiones de convivencia y a las que me había acostumbrado porque solían levantarse desde el principio en bóxer y camiseta sin preocuparse si estaba o no presente en la sala. 

-Quédate un poco más, noona...- Susurró Han contra mi cuello y depositó un beso en mi hombro haciendo que me estremeciera y el calor comenzara a subir por mi cuerpo. Realmente no sabía como reaccionar, simplemente me quedé quieta sintiendo cómo se apretaba más a mi su erección y su pecho a mi espalda. Comencé a contar internamente hasta 100, sabía que se iba a solucionar si yo mantenía la calma y no me movía demasiado. Pero no estaba resultando, finalmente Han se movió rozando sin querer uno de mis pechos que a pesar de estar debajo de mi camiseta de pijama se encontraban libres de las ataduras del sostén, cosa que lo hizo saltar quedando sentado en la cama y viéndome con las orejas sumamente rojas. 

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