"- Me dio frío...
- ¿Quieres mi sudadera?"
-Mi amor adolescente había comenzado desde el momento en que leí la primera historia de amor de mi vida. Sin embargo, no tenía a mi pareja conmigo en ese momento. Pero creía que aquellos que están hechos el...
- Bueno chicos, ellos son Chan y Jisung.- Changbin nos presentaba con los otros jugadores a los que nos uniríamos para los eventos del mes. Los dos hicimos una reverencia y esperamos simplemente a que nos dijera los nombres de nuestros nuevos compañeros.
-Nosotros somos , Seungmin, Hyunjin, I.N...- El castaño que teníamos delante señalaba a cada uno de los chicos que estaban a su lado.- Y yo soy Minho. Seremos equipo desde ahora.
-¿Son tan buenos jugando?- Han se adelantó a preguntar con los ojos entrecerrados. Sabía por dónde iba este chico, desconfiaba de ellos porque Changbin no los había mencionado nunca.
-Hagamos esto, vayamos a casa todos juntos y echamos unas partidas a ver que tan buenos somos todos.- Propuse para calmar las aguas. Todos estuvieron de acuerdo y emprendimos el viaje a la casa. Por suerte ese día era día festivo y no debíamos asistir a clases ni tampoco a nuestros respectivos trabajos. Cosa que también me aliviaba un poco porque así Lara no estaría tanto tiempo cerca de Felix.
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-Entonces, esta es tu guarida SpearB.- Afirmó el tal Hyunjin mientras observaba la sala de nuestro apartamento y los demás se acomodaban.
-Exacto y lo mejor es que la comparto con mis mejores amigos.- Asintió Changbin tomando las mochilas de todos y llevándolas a su habitación.
Yo me dirigí a la mía solamente a ponerme ropa más cómoda, pero antes pasé por la habitación de Lara, no había nadie allí, quizás había salido a hacer algún mandado. Rápidamente cambié mi abrigado buzo de lana por una de mis sudaderas favoritas y volví a la sala con los demás, que ya comenzaban a repartirse los turnos para jugar y demostrar sus habilidades. Me acomodé en un costado del sofá sobre el suelo tomando uno de los almohadones para dejarlo en mi regazo analizando cada una de las jugadas que tenían los chicos.
Luego de la tercer ronda me atrevía a afirmar que eran realmente buenos como había dicho mi pelinegro amigo. Estaba tranquilamente apoyado en el escritorio mirando una de las pantallas cuando ruidos en la entrada me hicieron caer en la realidad de que Lara había llegado. Como siempre fui a la cocina y serví jugo en ambos vasos y esperé con algo de ansiedad verla entrar para alcanzarle el suyo. Enseguida se abrió la puerta me apoyé en la pared del recibidor y pude ver la cabellera rubia de Felix detrás de la chica. ¿Qué ni este día la dejaría en paz? Rodé los ojos y simplemente esperé a que ella se despidiera y entrase a la casa, pero por desgracia ella ingresó junto al chico, el cual me miró de forma soberbia.
-Gracias Chris.- Me sonrió tomando el jugo cosa que me hizo sentir mejor y devolverle la sonrisa más grande que tenía a ella y mirar con igual soberbia a ese invasor.
-No hay de qué mon chéri.- Revolví su cabello y noté como el rubio se tensó al instante.
-Veo que tienen una fiesta.- La escuché reír mientras hacía gestos para que Felix entrase y se ubicara en el sofá donde estaban los demás.
