𝑆𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝐷𝑜𝑛𝑐𝑒𝑙𝑙𝑎 🌷𝑆𝑎𝑛𝑒𝑚𝑖 𝑥 𝑆ℎ𝑖𝑛𝑜𝑏𝑢 [✓]

Capítulo XXI

Luego de una semana empezaron los preparativos para la boda de Shinobu y Sanemi, al fin todo estaba saliendo perfecto aunque Shinobu seguía algo nerviosa, no sólo por ser la futura reina del lugar sino que también por ser madre, ella no tuvo una muy ejemplar que digamos y aún era insegura con ese tema, Sanemi la había ayudado bastante con sus inseguridades y esa no iba a hacer la excepción, con bastante trabajo duro empezaron a tratar eso y poco a poco Shinobu empezó a sentirse segura con el tema de ser madre.

Una noche antes de la boda ambos comprometidos se vieron en su habitación, Shinobu solo sonrió al ver a Sanemi, luego de hablar bastante el albino suspiro para luego mirar a Shinobu atentamente, Shinobu sólo lo miró seriamente.

─Entonces... Dices que me vas a proteger de cualquier cosa cuando sea reina

─Exacto....sería capaz de matar por ti

─¿Harías un desastre si me hacen daño?

─No...dejaría que tú sola lo hagas, mientras que yo estoy a tu lado mirando como te doy el poder de hacerlo

─Seré la mejor reina que pueda existir

─Se que serás la mejor, princesa

Ambos se dieron un beso para luego dormirse, al día siguiente era la boda, todo el pueblo estaba observando la boda desde afuera de la iglesia y algunos desde dentro claro estaba, todo parecía un cuento de hadas, Shinobu portaba un vestido digno de una princesa, mientras entraba a la iglesia todos se le quedaron mirando, era hermosa pero ante los ojos de Sanemi, era perfecta la mismísima perfección en persona.

Llegó el momento esperado por todos, el cura dijo las típicas palabras y sólo espero a que Sanemi dijera las palabras indicadas anteriormente, el albino tomó una caja de vino para luego llenar una copa y dársela a Shinobu, posterior a eso tomó una vela que rápidamente encendió, luego tomó delicadamente la mano de la chica la cual mostraba una sonrisa.

─Con esta mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estará vacía, pues yo seré tu vino; con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad… Con este anillo yo te pido que seas mi esposa

Luego de decir eso Sanemi coloco el anillo en la mano de Shinobu, la chica posteriormente hizo lo mismo igualmente, al terminar tomaron un poco del vino de la copa y al final sellaron todo con un romántico beso. Luego de unas semanas empezaron a preparar la coronación de Shinobu, la chica estaba nerviosa y la madre de Sanemi debía ayudarla con esos nervios, posteriormente con ella habló Sanemi.

─Sabes que debe arrodillarse ante mi, ¿verdad?

─Yo siempre lo haría por usted, Sanemi

─No debería ser así... No quiero que sea así

─Pero debe ser así, yo no poseo sangre real y lo sabes...

─Eso lo sé, pero ya no importa, yo te hice miembro de la familia real ahora...

Ambos se dieron un beso para luego ir con su pequeña hija, eran felices ahora, todo estaba saliendo bien y eso era bueno para ambos. Llegó el día de la coronación de Shinobu, estaba nerviosa mientras caminaba hasta al frente de Sanemi, sentía las miradas sobre ella pero intentó ignorar todo aquello; al llegar al frente de Sanemi se arrodilló, escuchando sus palabras, prometió ser una reina justa y ideal para su ahora pueblo, los demás quedaron en silencio Sanemi y su madre sólo sonrieron, el chico coloco una hermosa corona en la cabeza de Shinobu luego de eso todos aplaudieron mientras decían la típica frase "larga vida a la reina Shinobu", poco a poco iban aceptando la realidad de todo.

La madre de Sanemi estaba felices por ambos jóvenes, aunque llevaba un secreto consigo misma que no planeaba decir nada. Cuando era joven se enamoro del padre de Shinobu, lo reconoció por su apellido el único que había en todo el reino con dicho apellido, ella había amado a ese hombre con locura, pero fue obligada a dejarlo sino quería que muriera a manos de su propia familia, por eso tuvo que dejarlo ir y casarse con el que alguna vez fue su marido, ahora ya muerto. No sabía que había pasado con el padre de la chica, pero estaba feliz de que ella y su hijo pudieran cumplir el sueño que ella alguna vez tuvo.

Luego de un año las cosas parecían ir bastante bien, hasta que un día Shinobu, se desmayo de la nada mientras hacía sus deberes ahora cono reina. Sanemi al saber eso fue rápidamente a ver a su amada esposa, aunque antes fue por un ramo de rosas, sabía que eso le levantaría el ánimo a la chica, más al saber la razón de su desmayo. Al entrar a su habitación Sanemi se acostó a su lado y empezó a acariciar la mejilla de la contraria, no pasó mucho para que está despierte.

─Majestad....¿Que ocurrió?

Sanemi solo le dio un beso en la frente para luego darle las flores, la chica sonrió levemente y la dejó al otro lado, solo miró al albino esperando una respuesta a su pregunta anteriormente dicha.

─Shinobu,lo que pasa es que tú.. ─ Luego de decir eso bajo su mano debajo de la sábanas y empezó a acariciar el vientre de la chica. ─ Estas embarazada

─¿Que?, ¿es enserio?

─Así es cariño, llevas a nuestro nuevo hijo en tu vientre, los doctores ya lo confirmaron

─Eso es una excelente noticia....amor, tendremos otro hijo

─Lo sé, es genial ¿verdad?

─Es increíble

Luego de eso se dieron un beso bastante apasionado, así eran cuando estaban a solas. Los meses empezaron a pasar rápido, en dichos meses se supo que el príncipe Genya andaba en una relación con Kanao, otra doncella del lugar, Shinobu tuvo una conversación bastante seria con el príncipe pero terminó aceptando la relación de ambos jóvenes. El noveno mes llegó bastante rápido, durante la madrugada Shinobu entró en trabajo de parto y todos los doctores disponibles fueron a ayudarla, como la primera vez Sanemi se quedó con ella.

Una hora después se escucharon llantos, Shinobu sólo se acomodo para sentirse mejor, en unos segundos dejaron a su nuevo hijo en brazos este parecía poseer cabellos negros, luego de unos segundos ambos padres miraron cuál era el género del bebé, niño, fue un hermoso y saludable niño,como era costumbre Sanemi empezó a llorar mientras dejaba repetidos besos en la mejilla de su esposa y acariciaba al pequeño.

El niño fue nombrado por Sanemi, el nuevo príncipe se llamaba Kiyoshi Shinazugawa, quedaba bastante bien ¿verdad?, unos días después hicieron una fiesta para presentar a la familia completa o por ahora, esta vez con más seguridad que hace un año atrás uno nunca sabe que podía pasar, esa misma noche Shinobu y Sanemi fueron al balcón de su habitación, balcón donde se escaparon por primera vez juntos.

─Gracias por hacerme feliz Shinobu

─Solo hacía mi papel de doncella, majestad...

─Lo sé, pero ahora me haces más feliz, me hiciste padre dos veces y eres mi esposa ¿que más puedo pedir?

─¿Un beso?

El chico empezó a reír para luego tomar la cintura de la chica y besarla, ahora tenían una familia y eran felices, una felicidad completa y sin nadie que pudiera terminar con dicha alegría, todo estaba bien ahora y estaba bien porque se tenían a ellos dos, más juntos que antes, porque de eso se trata el amor verdadero, de estar juntos en las buenas y en las malas, si uno de los dos abandona al otro en sus peores momentos nunca sintió amor, porque en los buenos cualquier se queda y en los malos sólo las personas que de verdad te aman, y ellos siempre estuvieron juntos, aunque hubieron complicaciones terminaron igualmente juntos, porque se amaban, se aman y se seguirían amando hasta que la cruel muerte los separe.

Ahora si podían decir que tenían un felices para siempre.