39 - La carta 👑

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Pasaron unos días desde que conocí a Tom Holland y a Zendaya en la premiere de Spider-Man: No Way Home. También desde que me dieron el Novel e hice el reportaje de fotos con VOGUE. Mis seguidores, en las redes sociales, llegaron a 20 millones y los de Harrison a 18 millones. Toda mi familia estaba muy feliz y pronto tendría mi boda soñada con el hombre al que más he amado.

Era por la mañana, Harry se había ido a entrenar como de costumbre y me levanté para desayunar algo ligero.

Después, me aseguré de que no hubiese ningún paparazzi para salir a mirar el buzón. Había varias cartas con solicitudes de trabajo para hacer un cambio de equipo al final de la temporada deportiva. Las dejé en la isla de la cocina para que no se me olvidara dársela. Lo que más me llamó la atención fue encontrar una carta, con el sello de la Casa Real Británica, en el cual ponía mi nombre y mis dos apellidos.
Carraspeé la garganta y me senté en el sofá para abrirla con tranquiladad. En ella ponía lo siguiente:

Buenas tardes, Señorita Evans. Su Majestad la Reina Elizabeth II solicita una reunión con usted la tarde del 6 de enero en el Despacho Real de la misma. Esperamos que pueda asistir con su prometido. Gracias por su atención, Señorita.

Pasé la mañana trabajando en nuevos proyectos hasta que escuché que la puerta se abría.

Harry: ¡Ya he llegado a casa, amor! -bajé las escaleras rápido y le abracé contenta- ¿Y esa sonrisa?

Laura: Lee esto, Harrison -le di la carta y me miró extrañado-

Harry: ¿La Casa Real? -asentí y la leyó- ¿Qué? ¿Ha pasado algo?

Laura: No, pero no creo que sea nada malo. Quedan diez días para esto

Pasaron esos días y ambos nos vestimos elegantes para asistir a la reunión con la mismísima Reina Elizabeth II. Estaba más nerviosa que mi prometido pero entramos de la mano para apoyarnos el uno al otro. Los soldados hicieron reverencias cuando pasamos, algo que no entendí y miré a Harrison confundida. Él solo me sonrió y abrió la puerta del despacho que nos indicaron.

Elizabeth: Buenas tardes, queridos, coged asiento

Hicimos una reverencia y nos sentamos en los sillones al lado de la gran chimenea. Todo era precioso.

Elizabeth: Laura, Harry... quería tratas un tema con ustedes. Señorita Evans, he tenido el placer de leer sus impecables obras sobre mí y mi familia. Tienes un gran talento, querida. Y usted, Harry, ha crecido mucho desde la última vez que le vi de cerca

Miré confundida a mi prometido y él me sonrió intentando que no me alterara.

Elizabeth: Enhorabuena por vuestro futuro compromiso. Estoy gratamente orgullosa de que mi querido sobrino haya conseguido encontrar alguien que le corresponda. Una mujer como usted, Laura, es justo lo que mi familia necesitaba

Laura: Si me permite, Majestad, quería agradecerle estos halagos pero hay algo que no comprendo...

Harry: Si, Laura, la Reina de Inglaterra es mi tía-abuela. Pero esto lo podemos hablar después, amor -asentí algo nerviosa-

Elizabeth: Los he llamado para nombrarlos oficialmente duques del palacio como agradecimiento por su esfuerzo, Señorita Evans, al escribir dichos libros. El Príncipe Harry y el Príncipe Guillermo querían darle las gracias el día de hoy pero no han podido asistir a tal reunión. Gracias por su esfuerzo de venir aquí, se que tienen una vida muy ocupada

Le agradecimos todo con una sonrisa. La mujer se levantó y le dio dos besos en la mejillas a su sobrino. A mí me dio un beso en la cabeza y le sonreí por tratarme como si fuera su propia hija.



































El ocho de septiembre de 2022, la Casa Real nos llamó para que asisitieramos al Castillo del Balmoral, Escocia. La Reina Elizabeth II estaba enferma y pidió reunir a toda la Familia Real para despedirse de nosotros.

Unos guardias nos abrieron la valla y entramos con nuestro coche al Castillo. Aparcamos en los jardines, junto a los coches de los demás miembros de la familia, y fuimos hacia la habitación en la que se encontraba la Reina.

El Príncipe Enrique me saludó con dos besos en la mejilla, a mí prometido con un apretón de manos. Saludé a su mujer y estuvimos charlando sobre el estado de su Majestad mientras el Príncipe Harry y Meghan se despedían de ella.
Él salió llorando y fui a saludarle dándole los besos pero él, directamente, me estrechó entre sus brazos. Cosa que a mí prometido y a su mujer les pareció tan extraño como a mi.

Príncipe Harry: Menos mal que has venido, Laura -me miró a los ojos profundamente- Le quedan pocas horas

Le limpié las lágrimas de sus mejillas cuando nos separamos del abrazo y mi Harry se puso entre medio de los dos. Le dio un apretón de manos mirándole mal y luego me dio la mano para entrar a ver a Elizabeth.

Elizabeth: Oh, queridos -dijo débil- Pensaba que no podríais viajar hasta aquí

Harry: ¿Qué tal se encuentra, Majestad?

Elizabeth: Harrison, mal... para que os voy a mentir

Le había llamado Harrison y nadie le llamaba así.

Elizabeth: Laura, acércate, querida

Me cogió de las mejillas y me dio dos besos. Apretó nuestras manos y nos sonrió débil.

Elizabeth: Pase lo que pase, permanecer juntos. Hacerlo por mí, ¿vale? Os quiero mucho

Harry: Y nosotros a ti, Elizabeth

La mujer empezó a cerrar los ojos y Harrison se empezó a asustar.

Harry: ¿Majestad? -sonrió débil por última vez- Elizabeth, no

Salió una lágrima de sus ojos y calló en las sábanas de la Reina.

Harry: No, no se vaya. Por favor, ¡no!

Se lanzó a abrazarla y le intenté agarrar, se dio la vuelta y me abrazó a mí mientras rompía a llorar como nunca lo había visto.

El Príncipe Harry, al escuchar los gritos, entró junto a su padre y su hermano. Negué con la cabeza y todos bajaron la mirada mientras se nos rompía el alma en dos.

PASIÓN ENTRE PARTIDOS 🇬🇧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora