En busca de la felicidad [TERMINADA]

Capítulo 24

EZRA SMITH

Aquel mensaje que me había mandado mi padre me dejó con un sabor amargo en la boca, no sé bien como reaccionar hacía esto pero de lo que si estoy seguro es que no puedo ser egoísta con mi hermano menor, él tiene derecho a pasar tiempo con su madre y yo solo debo hacerme a un lado en ese aspecto, no puedo meterme pero dentro de mi siento miedo, no quiero que el frágil corazón de mi hermano quede expuesto a todo esto, me dolería enormemente ver a mi hermano sufrir lo que yo he sufrido...

A inicios de año...

Las cosas no iban nada bien, mi madre y mi padre han peleado de nuevo pero esta vez ha sido más fuerte pero creo que lo solucionaron ya que mi madre antes de irse a una reunión antes de clases se despidió con un beso de mi padre, quiero fingir que no me afecta y ayudar pero sinceramente se me hace doloroso ver nuestro hogar en este estado lleno de gritos cada vez más constantes pero aún trato de darle la mejor cara a mi hermano él cual no parece entender mucho lo que sucede. Que doloroso es crecer y darte cuenta de todo.

A pesar de todo mi padre siempre nos ofrece una sonrisa, trataba de darnos lo mejor que puede y lo aprecio pero sé que él no está bien con esta situación. Dejé en casa todo en orden y fui a mi preparatoria, no quería acabar esta etapa de mi vida pero aún así cierta parte de mi se alegra de que todo esto acabe, el mayor enemigo de un ser humano es la ignorancia y mi heterocromía en un lugar lleno de gente ignorante era símbolo de infidelidad por parte de mi madre por lo que desde que tengo memoria me han tratado como el hijo bastardo de una señora que no supo apreciar a su marido pero claro eso ahora no me afecta, tengo mis amigos y mi familia, con el paso del tiempo me di cuenta de que esas eran las opiniones que realmente debía escuchar.

Pero claro que para mi mamá era mas difícil, trataba de no salir seguido conmigo para no ser catalogada mal pero eso no me importa, ella también debe sentirse mal por todos estos años y yo solo quiero verla feliz. Por eso fui a verla a la hora de recreo a la cancha de física, con tantos años trabajando en este lugar sé muy bien donde encontrarla ya que además de ser la maestra de deportes ella es entrenadora del equipo de básquet de la cual soy capitán así que dar con ella no es difícil para mi, espero poder ayudarla en estos momentos de crisis, así que entré sin pensarlo a su oficina pero lo que vi me dejó congelado...

Era mi madre besándose con él director.

Ambos al verme se quedaron quietos y empezaron a hablar muchas cosas que no entiendo, no puedo procesar nada pero si tengo el corazón hecho añicos, así que salí corriendo de ahí sin mirar atrás, me fui de aquella preparatoria directo a mi casa y en ese momento llamé a mi padre para decirle que lo necesitaba urgentemente, me siento demasiado mal y no quiero sentirme solo.

— Ezra — Mi mamá entra a la casa, mantuve mi distancia de ella. Una parte de mi esperaba algo de arrepentimiento de su parte pero lo que vi en ella era lo contrario — No tienes idea de lo que acabas de provocar... — Yo no pude responder, ella quizá no lo ve pero me está matando lentamente y de la manera más dolorosa — Ahora toda la escuela lo sabe, eres un inútil Ezra.

Y así es como todo el amor que le tenía se fue a la basura en solo un instante.

— ¿¡Me estás echando la culpa en algo que tu hiciste!? - Dije enojado, demasiado enfadado como para recordar que ella era mi madre — ¡No tienes idea del tiempo que he pasado tratando de defenderte de todos para que resultes ser lo que todos decían que eras! ¡Si no amabas a mi padre era que te separes de él antes de herirlo de esta forma tan baja!.

—Tu no entiendes nada, eres solo un adolescente inmaduro, no sabes lo que es vivir en un lugar donde todos te señalan por culpa de un hijo dañado, si no fuera por ti nada de esto hubiese pasado, amo a tu padre pero no soporto tenerte como hijo... tienes la culpa de todo Ezra... ¿Por qué saliste así? ¿Por qué me haces pasar vergüenza?.

Ella se puso a llorar de manera desconsolada, yo decidí retener mis lagrimas. En cuanto mi padre llegó le expliqué todo lo que había pasado con mucho dolor, ese mismo día la mujer a la cual amé durante años y la que me había dado la vida se fue de la casa dejándonos hechos trizas, mi padre como pudo le explicó a mi hermano su separación con mi lamentablemente madre pero siempre trató de no hacerla quedar mal, eso mi hermano se la creyó pero yo no. Después de ese día, mis clases se volvieron un infierno, recibía humillaciones a menudo y todo empeoró cuando ella apareció tomada de la mano con él director, en ese momento me salí del equipo de básquet y prometí nunca más tocar alguno de esos balones naranjas, me recuerdan a ella y ese dolor es intolerable.

Mi padre al ver que no podíamos seguir viviendo en ese lugar decidió que era momento de irnos, no voy a mentir que extrañaría a mis amigos los cuales me defendieron en todo momento pero irse era la mejor idea que teníamos para empezar de cero.

Actualidad...

Y así fue como llegué aquí y conocí a Leah, es increíble que después de una experiencia tan amarga como esa puedo ahora decir que he encontrado la paz y además de que he encontrado a alguien que quizá nunca hubiese conocido, el destino está loco pero me cae bien.

Aunque ahora no me siento bien ya que esa señora va a pasar tiempo con mi hermano, seguramente a mi ni quiere verme pero bueno como dije antes si me interpusiera en ella y Nathaniel estaría siendo egoísta y no puedo hacerle eso a mi hermanito menor.

Lo bueno de todo esto es que no estoy solo, tengo a Leah, la cual me ha sorprendido el día de hoy preocupándose por mi, gracias a ella es que no me siento solo, es lo que más odio, y sé que a pesar de que ella no exprese mucho sé que estará conmigo de manera fiel a mi lado para apoyarme.

Te lo agradezco infinitamente Leah, no sabes cuanto.