EZRA SMITH
Al cabo de una hora y media teníamos la decoración terminada, aunque debo admitir que tardamos más por mi culpa, puse música y nos pusimos a bailar, eso sí convencer a Leah de se una a mi y a Nathaniel fue complicado pero ahora hay un nuevo aspecto que me mostró de su personalidad que me encanta, quizá al inicio se llene de dudas pero luego de tomar aire tomó de mi mano la cual estaba extendida como invitación a que se una a este momento loco, la aceptó y la vi moverse al ritmo de la música, sin ningún pensamiento en su cabeza, solo enfocándose en el presente, y debo admitir que es la imagen más hermosa que tengo de ella.
Aidan tiene razón, lo que me sucede con Leah no es algo común y amo eso.
Así es, como acaban de leer, no lo quiero, lo amo y es algo que me sale directamente del corazón.
Después de una hora empezaron a venir algunos amigos de mi padre, los tuve que llamar con una semana de anticipación para que pudieran venir desde nuestra antigua ciudad, ellos son buenas personas y eran el refugio de mi padre mientras se sentía mal así que los aprecio mucho y me alegra bastante que hayan venido desde tan lejos.
En eso el sonido del auto de mi padre nos pone en alerta, nos fuimos a esconder tratando de hacer el menor de los ruidos para que no se dé cuenta, apenas abrió la puerta todos salimos de nuestros escondites para gritar el típico "Sorpresa" y vaya que si lo sorprendimos ya que se cayó del susto, entre risas sus amigos le ayudaron a levantarse, la sonrisa que tiene mi papá es algo invaluable, amo tanto verlo así de feliz después de estos meses tan tensos.
— Todo esto lo organizó tu pequeño, no tan pequeño, hijo — Dice Robert, uno de los amigos de mi papá mientras palmeaba su espalda — Así que si debes agradecerle a alguien por todo esto es a él y creo que a su "amiga" — Hace comillas en el aire, eso hizo que me sonrojara y era peor porque Leah estaba a mi lado, ¿Por qué los adultos me hacen esto? — Cuando llegamos estaba todo hecho y estoy seguro de que la decoración es obra de ella porque sinceramente Ezra no tiene dotes de decorador.
— Gracias por el voto de confianza Rob... — Dije tratando de ocultar el rojo de mis mejillas —
— Hijo debes ser honesto — Ríe mi padre — Gracias a ambos, enserio lo aprecio mucho.
— ¿Y yo? — Nathaniel aparece con los brazos cruzados — Yo ayudé más a Leah que Ezra.
— Gracias también a ti mi pequeño príncipe — Mi papá se agacha para hacerle algo de cosquillas — Ahora, ¡A festejar!.
Y esa era mi señal para conectar mi teléfono a los parlantes de la casa y poner música para que todos empezaran a bailar, mientras yo me senté al lado de Leah la cual estaba algo cohibida debido a que había muchos extraños para ella.
— Todos se ven muy agradables — Sonríe de lado mirándome — Tu padre si que sabe hacer amigos.
— Tiene un don, todos ellos son muy buenas personas.
— ¡Ezra! — Quizá la música está algo alta pero la voz de la amiga de mi padre, Cecilia, no se vio opacada — No seas mal educado y saca a la señorita a bailar, se un caballero.
— No... no es necesario, yo no sé bailar — Se adelanta en decir Leah con cierto nerviosismo, eso me dio ternura, ver sus mejillas colorándose aumentó más la ternura, quisiera tomarle una foto estando así pero claro eso no es posible, no quiero quedar mal con ella — Solo haría el ridículo.
— Hay cariño, nosotros somos jóvenes aunque no lo parezca — De un momento a otro ella estaba enfrente nuestro, con una sonrisa amigable — Mira a Mario — Señala a su amigo, estaba bailando o eso creo — Es un desastre, todos lo somos de hecho, vamos nena, tenemos que fortalecer esa confianza, y tu — Voltea a verme — No te quedes ahí mirando, haz algo Ezra.
La mirada desafiante de ella no es algo fácil de evitar, mi papá le dice "La mirada del diablo", por algo es gerente de una empresa, cuando se pone seria todos hacen lo que dice y nunca la había visto hacer esa mirada pero me la acaba de aplicar, la reconocí al instante.
— Ven Leah — Me levanté y extendí mi mano a ella, la vi llena de dudas así que tomé su mano suavemente, ella dirigió su mirada a mi — Nadie aquí te juzgará y aunque lo hicieran, tu solo sé tu misma Leah, no dañarás a nadie y nadie te dañará.
Ella cierra los ojos para tomar algo de aire, al momento de abrirlos pude ver más seguridad en ellos, lo que me dio la confianza de jalar lentamente de su mano hacia la pista de baile la cual es el centro de mi sala, ella no me detuvo, siguió caminado, Cecilia se apegó a nosotros para enseñarle a Leah como bailar, todos la animaban.
Esta noche es maravillosa, mi papá está rodeado de sus amigos y Leah se ve tan contenta alrededor de ellos, creo que su vida de ella hubiese sido distinta si tan solo hubiera alguien como estos adultos que la ayudara, algo que mi padre me hizo ver sobre Leah es que su problema debe estar en su hogar... ese lugar de formación y protección, que te ayudará a guiarte en la vida, no siempre es lo que debería y eso nos causa muchos problemas.
Pero ahí es donde cada uno decide su camino, el primer camino es cuando uno se queda en donde está y se arriesga a no ver nunca más el sol mientras que el segundo camino es cuando decides buscar la primavera. Me alegra el alma ver como Leah vuela lentamente hacía su propia primavera.
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En busca de la felicidad [TERMINADA]
RomanceEs sencillo llamarle felicidad a la monotonía, eso ella lo sabe bien y tiene muchos argumentos a su favor... Pero ahora es el turno de él. A veces solo se necesita un pequeño sismo para derrumbar nuestra propia casa de mentiras, no importa cuán bien...