En busca de la felicidad [TERMINADA]

Capítulo 37

EZRA SMITH

La gente empezó a gritar:

¡Que acepte! ¡Que acepte!.

Y al fondo de todo ese alboroto escuché a un chico que desde lo profundo de su ser gritó:

¡ACEPTÁ RAPIDO QUE TENGO HAMBRE!

Si estuviera del lado de ellos me hubiese reído pero como soy el chico al que se lo están gritando me siento presionado, no quiero ir con Hannah al baile, nunca le insinué nada por el estilo, rechazarla de manera cruel no está en mis planes y trato de conservar un poco de su dignidad, no quiero que pase vergüenza de aquí en adelante como la rechazada pero se me están acabando las ideas.

No quiero ir con ella obligado, no sería lindo ni para ella ni para mi.

— Ezra — Murmura Leah la cual se mantenía a mi lado — Si no quieres solo dilo.

— Leah... — Dice Hannah mirando a Leah de mala manera, eso me puso más tenso de lo que ya estoy — Te voy a pedir por favor no te metas, él es quien decide, no es tu juguete.

— La única de las dos que piensa en él soy yo Hannah, la que debería quedarse callada e irse eres tú, Ezra claramente se siente incómodo con todo esto y es injusto que lo presiones a aceptar algo que no quiere.

Leah y Hannah se miraban enojadas.

Las personas alrededor avivaban la llama del enojo entre las dos.

¿Dónde están los profesores cuando uno los necesita?

— Ezra — Su mirada de Hannah se dirige a mi, parecía tranquila pero se notaba la exigencia de mi respuesta a su favor — Míranos, ambos juntos somos perfectos, Leah por el contrario no te llega ni a los talones, en cambio yo estoy a tu nivel.

¡¿Qué se le metió en la cabeza?!.

— Pobre chiquillo — Se mete Tyler sin preguntar, aquel chico que me había ofrecido un puesto en su equipo de básquet del cual es capitán no parece estar a mi favor — Dominado por la bruja de Leah, al parecer lo que tiene de amargada también lo tiene de manipuladora.

Soy una persona bastante paciente, siempre pensé que toda situación puede resolverse hablando de manera civilizada, pero como todos...

Tengo mi propio límite.

Pueden pasar por encima de mi las veces que quieran, pero no te metas con los que me importan, cliché lo sé, pero así como puedo ser una persona buena también puedo cometer estupideces por mi enojo y sin sentir remordimiento.

El enojo no es algo que sienta a menudo pero cuando sucede, y más en estos casos, la siento recorrer mi interior, contaminando mi razón y nublando mis sentidos, lo único que se me aparece en la mente es atacar a la persona que acaba de hacer que Leah sea mal vista por toda la escuela, nunca la apoyaron cuando murió James, la ignoraron, como si no existiera, ¿Y aún así creen tener el derecho de criticarla?, Malditos hipócritas.

— Repítelo — Volteo a ver a Tyler, todas las risitas se detienen de repente al notar mi cambio repentino de humor — ¿Enserio crees que por ser el capitán del ridículo equipo de básquet tienes cierta inmunidad o algo? — Todos se quedan viéndome atónitos, mi mirada seguía fija en ese imbécil — Ah cierto, se le olvidaba todos aquí son unos falsos, doble caras o como quieran llamarlo — Escupí con enojo, tenía la atención de todos por lo que aproveché en decir lo que pienso sin pizca de culpa — Dicen apoyar al prójimo, publican sobre la empatía y amor pero cuando ven a alguien destruido le pasan por encima como si no valiera nada, señalan a los que cometen errores como si fueran santos y nunca extienden la mano a quien lo necesita. Yo no me creo ningún tipo de ángel pero por lo menos tarto de ser mejor persona y para no llegar a ser la mierda que ustedes son como personas, un asco, eso es lo que son todos, un maldito asco.

Hubo un momento de silencio, algunas personas bajaron la mirada avergonzadas pero otras solo me miraron como si estuviera loco.

Cada quien con su vida.

— Lo que hace el amor — Dice Tyler en tono de burla — Enserio eres estúpido.

— Si no entiendes lo que acabo de decir entonces el estúpido es alguien más, ¿No lo crees? — Solté una pequeña risita al ver que eso lo había enojado — ¿Las verdades duelen no, Tyler?.

Un simple insulto puede herir de alguien de mucho ego pero poco intelecto, como en este caso. Tyler se acercó a mi pero apenas lo tuve suficientemente cerca hice lo que todos los que tenemos sentido común quisimos hacer desde el momento en que abrió su bocota, le tiré un puñete directo a su nariz, reaccionó rápido y empezó una pelea que no duró mucho debido a el alboroto, que alertó a algunos profesores los cuales vinieron corriendo a separarnos.

¿Enserio? ¿Ahora?.

— Ya basta, se comportan como animales — Dice un profesor — Que juventud la de ahora que por todo quiere pelear, ahora ambos a la oficina del director.

— Esperen — Interviene Leah, se veía enojada — Ezra no ha hecho nada malo, el idiota de Tyler tiene la culpa.

— Wooow ahora hablas — Dice de manera sarcástica Tyler, yo rodé los ojos, Leah ni volteó a verlo — Como se nota que el ratón acaba de vomitar tu lengua.

— El ratón prefiere vomitar la mía que probar la tuya, así que cállate — Tyler se quedó asombrado, aunque no es el único ya que también me sorprendió pero a la vez quería aplaudirle — Ezra solo fué sincero con todos aquí pero como pueden ver a Tyler le falta algo que se llama cerebro.

— Cobarde, hace rato no decías nada pero como ahora están los profesores...

No pudo terminar de hablar ya que Leah lo empujó estando desprevenido, él ni se imaginaba que ella haría eso por lo que perdió el equilibrio y cayó al suelo, pensé que eso sería todo pero Leah nos sorprende una vez más pateandole las partes más dolorosas que los hombres tenemos, eso sí que le debió doler porque con solo verlo hasta a mí me dolió. Lo hizo todo tan rápido que los profesores no pudieron salvarlo de ese fatal destino, cuando decidieron ayudarlo ya estaba todo hecho.

Eso causo que ellos la mirarán decepcionados pero yo la miré orgulloso, eso fue excelente.

— ¡Ambos a la dirección ya!

Ambos asentimos con una ligera sonrisa, nos dirigimos a la salida de la cafetería pero antes de cruzar la puerta me acordé de algo, por lo que volteé a buscar a Hannah con la mirada y cuando la encontré justo ella me estaba viendo.

— No voy a ir al baile contigo, no me gusta ser perfecto, prefiero tener mis defectos y ser feliz a ser perfecto y hipócrita pero gracias por la invitación.

Luego de eso ambos salimos a la dirección, una vez afuera no pudimos evitar reírnos de todo lo que acaba de suceder, enserio fue una locura.

Pero lamentablemente... no fue correcto y por eso ahora nos vamos a la oficina del director, pero eso si, creo que ninguno de los dos se arrepiente de algo o por lo menos yo no y espero que Leah tampoco.