En busca de la felicidad [TERMINADA]

Capítulo 39

EZRA SMITH

Después de hablar con el director, ambos nos dirigimos a nuestros respectivos salones, nos tuvimos que separar debido a que nos tocaban materias distintas pero dentro de todo da igual, Leah y yo nunca hemos estado tan conectados. Puede que otras parejas tengan esos momentos en sus paseos en parques de atracciones, cines o cualquier otras cosa sin embargo Leah y yo tenemos una pelea en la cafetería, tardes de música o caminata por algún sitio.

Y eso es perfecto.

Antes de sentir el flechazo de cupido pensaba que cuando me guste alguien seríamos prácticamente una pareja más, salidas a restaurantes, fotos en redes, mensajes y charlas, paseo por centros comunes y muchas cosas parecidas, pero ahora me doy cuenta de que nada de eso fue mi historia con Leah, más bien lo nuestro era más como malas primeras impresiones, mal carácter, persistencia, amistad, empanadas, música, confianza, sinceridad, mariposas, llanto y dolor, y ahora aumentamos una pelea en la cafetería junto a una visita a la oficina de director.

Esa es la historia romántica que nadie espera pero es la mejor.

— ¡Ezra!.

Una voz me hace detenerme en medio del pasillo, casi llegando a mi salón, me doy la vuelta para ver quien es y debo admitir que me sorprende ver a Hannah en medio del pasillo con una mirada que no puedo explicar. La miré por unos segundos, iba a darme la vuelta para seguir con mi camino cuando ella empieza a llorar.

— Lo siento... mucho — Murmura entre dientes, me acerqué a ella para darle un pañuelo el cual aceptó — Yo me dejé llevar por lo que mis amigas me decían, le hice mucho daño a Leah, no merezco tu perdón y mucho menos el de Leah pero quiero que igual se lo digas.

Estoy sorprendido y con cierta desconfianza, no voy a negarlo, pero si esto es real no puedo simplemente dejarlo pasar.

— Creo que sería mejor que se lo digas tu misma —Ella niega con la cabeza repetidas veces, yo tengo que insistir — Yo olvidaré lo de hoy pero con Leah es distinto y lo sabes.

— Ni podría verla a los ojos... — Baja la mirada — Me equivoqué en grande con ella, tiene un gran corazón y ella junto a James fueron mi mayor tesoro, mis mejores amigos, pero a ambos les fallé.

— Por lo menos lo admites, eso te hace mejor que Tyler — Ella suelta una carcajada — No sé si ella vaya a perdonarte, te mentiría, pero lo que si te aseguro es que te escuchará.

— Gracias Ezra, Leah tiene suerte de tenerte, se lo merece, ella es increíble y espero que ambos sean muy felices — Sonríe de lado, le sonreí de vuelta — Quizá no sea su amiga pero llegas a hacerle mal y voy a romperte un ojo.

— Amenaza recibida — Ambos reímos — También serás feliz Hannah, solo búscate buenas amistades y no dejes que los demás te digan como ser.

— Consejo recibido, te haré caso, bueno ahora tienes clase así que no te interrumpo más... Adiós Ezra.

— Adiós Hannah.

Nos dimos la vuelta, y cada uno para su rumbo, Hannah es una buena chica dentro de todo y quizá este es el inicio de una nueva etapa de su vida, uno en el que no le tiene que demostrar a nadie nada, vivir su propia vida es lo que realmente debería hacer pero en fin, siempre se empieza por algo pequeño.

Las clases siguieron igual que siempre, información y más información interesante a decir verdad, pero cuando sonó la campana de salida todos salimos corriendo sin importar nada, mientras me dirigía a los pasillos Hannah me detuvo poniéndose enfrente, no me dijo nada, solo me dio un sobre y luego se fue prácticamente corriendo dejándome confundido, decidí ver el sobre, no hay mucho que decir solo está en blanco pero al darle la vuelta descubrí que esto no era para mi.

"Leah"

Su letra era otra, así que esta es la verdadera letra de Hannah, eso sí es un progreso.

Ahora espero que esto no sea una tontería, estoy dándole mi voto de confianza a Hannah, si esto es realmente la disculpa y aclaración que espero entonces habrá valido la pena pero si es algo para hacerla sentir mal voy a enojarme y mucho.

Siento la tentación de abrirla y ver que hay dentro pero si realmente es una confesión es algo que no me incumbe...

— No me digas que tendré que golpear a alguien más hoy — La voz de Leah me asustó, algo que le causó risa — Estar dos veces en la dirección son suficiente para mí este año.

— Esto no es mío — Sonreí de lado, dándole aquel sobre, al ver la letra su expresión cambió, sin duda había reconocido esa letra — Me pidió perdón, quería hablar contigo pero creo que no se animó

— ¿Debería leerlo? — Asentí, ella suspira — ¿Enserio crees que está arrepentida?.

— Solo hay una manera de saberlo.

— ¿Ahora ese será tu mantra? — Asentí levemente, haciendo que ella suelte una carcajada — Iré a leerlo a mi casa, te avisaré cualquier cosa, ¿Está bien?.

— Estaré atento.

Fui a dejarla a su casa, esta vez no habló en todo el camino mientras sostenía con cuidado el sobre que tenía en la mano, sus dudas son entendibles pero creo que será una buena manera de cerrar todo episodio de dolor sobre su pasado, ya no más fantasmas ni recuerdos dolorosos, a veces es mejor que sea una simple nostalgia a que esos recuerdos quemen cada parte de ti, y ese camino es algo que Leah debe hacer por si misma, sinceramente agradezco que ella tome la iniciativa de hacerlo por su cuenta, claro que estaré ahí si es que me necesita pero de preferencia debe pasarlo sola, enfrentarse a lo que le teme y ganar.

Espero que tenga la suficiente fuerza.

Después de dejarla en su casa, fui a por mi hermano para luego ir a mi casa, cada cinco minutos revisaba mi teléfono en caso de que quizá ella me necesite pero no había nada, supongo que está bien.

O eso quiero creer.