Solo 5 días...

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El choque se podía escuchar en el bosque.

Las hojas de los árboles se movían debido al viento.

En cierto claro del bosque podemos ver a tres seres. Uno era un hombre pelinegro que medía alrededor de 185 cm.

La otra era una chica de cabello morado con una tez de piel algo palida, como si de porcelana fuera. Media alrededor de los 170 cm.

El último no parecía un humano o algo por el estilo. Era un ser completamente de negro con algunas partes relucientes de color azul. Su figura era semejante al de una armadura, bastante más alto que el pelinegro.

Eran Jin-Woo, Esil, y una de las sombras de Jin-Woo, Ornstein.

Estos dos últimos estaban apuntandose con sus respectivas lanzas.

- Bien, lo has hecho mejor de lo que podría haber esperado. Es evidente que pudiste adaptarte perfectamente a este nuevo arma. - Dijo Jin-Woo después de ver el pequeño combate de práctica entre la sombra y la demonio. - 'Y ella no es la única que ha mejorado...' - Dijo en su mente mientras levantaba un poco su mano y unas chispas de color ceruleo se producían en esta.

Ambos, humano-monarca y demonio, habían estado practicando durante estos días.

En ese lapso de tiempo Esil se acostumbró bastante bien a la lanza Gáe bolg, logrando realizar movimientos de manera más eficaz que al principio, además de que ahora su fuerza y velocidad había aumentado un poco a través del entrenamiento y blandir constantemente el arma.

El aumento no era tan grande como el que Jin-Woo lograría debido a que él tenía ayuda del sistema, pero eso no impedía que Esil pudiera pulir lo que ya tenía aprendido y mejorar.

Ornstein le había ayudado a la chica a corregir algún movimiento que se pudiera mejorar o aprovechar de otra manera.

No era tan eficaz como que el mismo Ornstein hablara, pero igual fue de ayuda.

- Bueno, me tomó un poco de trabajo, pero siento que he mejorado más que al principio. - Dijo una Esil con gotas de sudor bajando por su rostro debido al cansancio.

Esta había bajado su arma al igual que el asesino de dragones.

- No solo lo pienses, es evidente tu mejora, ¿no es así? - Preguntó el pelinegro al soldado con armadura.

Ornstein solamente pudo asentir para evidenciar que estaba de acuerdo con la opinión de su señor.

Obviamente nunca se podría ser el mejor o perfecto en algo, pero siempre se podía entrenar para romper sus propios límites y sentir ese sentimiento de satisfacción al ver que ahora se es mejor que al principio.

- Ahora que puedes manejar con mayor destreza este arma, podremos emplear ese método que tengo para aumentar todas tus características.

- A todo esto, ¿cuál es ese método? - Preguntó Esil con curiosidad.

Jin-Woo aún no le había dicho cuál era ese método del que hablaba.

- Mañana entraremos y despejaremos una o unas mazmorras. - Dijo el pelinegro sin dar una verdadera opción.

- Pero, ¿cómo entraremos en una? - Preguntó la pelimorada.

- Bueno... digamos que yo tengo la oportunidad de entrar a ciertas mazmorras sin tener que pedir autorización de nadie. - Dijo Jin-Woo en una excusa para no nombrar el sistema.

La última oportunidad...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora