22. | Solo amigos

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Mi cabello recién lavado se agita por el viento que entra por la ventana, se pega a mi rostro causando que tenga que apartarlo. Hago una mueca de frustración, ni siquiera tuve tiempo de secarlo bien. Y con el auto de Porco moviéndose a toda velocidad, esquivando las autopistas demasiado concurridas y a los conductores demasiado lentos; no me sorprendería que mi cabello termine viéndose como el de un espantapájaros para el final del trayecto.

Porco está en el asiento del conductor, concentrado y con el ceño fruncido. Armin y yo estamos en el asiento trasero, con varios libros, una laptop y uno que otro cuaderno desparramados entre ambos.

Estoy llegando 15 minutos tarde al trabajo, pero empiezo a arrepentirme de haberle pedido a Porco que acelere al máximo.

— ¡Joder! — hace sonar el claxon, indignado — ¡MUÉVETE! ¡Llevas 10 minutos sin cambiar de carril!

Armin y yo compartimos una mirada, ambos intentamos contener una sonrisa. Aunque en el fondo temamos por nuestras vidas.

Cuando Porco se ofreció a llevarnos a ambos, esto no era lo que tenía en mente. Me imaginaba a mí y a Armin en una de las situaciones más tensas en incómodas, con Porco como intermediario.

Pero ha resultado mucho mejor de lo que esperaba.

— Así que... Eren y Mikasa están saliendo... — intento aparentar desinterés mientras finjo estar concentrada en mis cuadernos.

— Sí... — Armin titubea un poco pero no aparta la mirada de la laptop.

— Me... alegro por ellos. — nótese la falsedad en mi voz.

— Yo no. — murmura Porco desde adelante.

Armin parece sumamente incómodo.

— En realidad no estoy muy de acuerdo. — admite con un suspiro — Pero Mikasa está feliz y...

— Eso es lo único que importa ¿no? — ok, está vez definitivamente soné como una falsa.

Armin parpadea una vez, por fin aparta su mirada de la pantalla para voltear a verme confundido.

Estoy a punto de balbucear algo que pueda arreglarlo, cuando Porco gira bruscamente ocasionando que casi me caiga del asiento y a Armin se le resbale la laptop.

— ¡CONDUCES COMO ABUELA! — Porco le grita al conductor que estaba delante de nosotros mientras lo traspasa.

No alcanzo a escuchar que le responde el hombre de vuelta, pero deduzco que no debe ser nada bueno. Porco acelera incluso más mientras yo intento volver a acomodarme.

Por suerte, con la distracción Armin parece haber olvidado por completo mis comentarios mordaces de hace un rato, cuando vuelvo a verlo está completamente enfocado en la laptop.

— ¿Ya terminaste con las fuentes? — pregunta luego de un rato.

Doy un respingo.

— S-sí. Aquí están.

Apenas iniciamos con el ensayo, quedó claro que yo no tenía la menor idea de como hacerlo, así que Armin dijo que él se ocuparía y me encargó enumerar las fuentes que utilizó, dijo que era lo más sencillo de hacer.

Pero de sencillo yo no le vi nada.

Le paso el cuaderno en el que estuve trabajando rogando internamente porque esté bien.

Siento que voy a morir cuando lo veo fruncir el ceño al inspeccionarlo.

— Liv... — me mira con cautela — lo has hecho en formato APA, te las pedí en MLA.

stolen kisses | armin arlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora