stolen kisses | armin arlert

25. | En un auto de escape

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Es como si de la nada, la temperatura hubiera descendido hasta quedar bajo 0, así de helada me siento.

Armin mira hacia un lado, yo hacia el otro. Ya llevamos varios minutos así.

Ya todos se han ido. O eso creo.
Porco, Reiner y mi hermano estuvieron conversando antes de que Annie se llevara a rastras a Colt hacia donde sea que hayan ido para hablar. Reiner se despidió de nosotros y Porco desapareció en las duchas luego de eso.

Por otro lado, mis amigas decidieron posponer nuestra cena de esta noche. Supongo que ya tuvimos demasiadas emociones para un día. Ymir me dirigió una mirada larga y escrutadora antes de que ella y las demás desaparecieran rumbo al estacionamiento.

Y así fue como me quedé a solas con Armin.

Vuelvo a tomar aire, esperando a que diga algo. Lo curioso es que él parece estar esperando exactamente lo mismo.

— ¿Y bienn...? — murmuro cuando el silencio se empieza a hacer demasiado incómodo.

Él da un respingo. Por un doloroso segundo, sus ojos azules se clavan en los míos. Aún con la escasa iluminación y la situación tan horrible, cuando me miran parecen resplandecer, haciendo que el estómago me dé un vuelco. Me obligo a mantener la compostura.
Él titubea.

— En realidad... — me mira de nuevo — Ni siquiera sé como empezar...

Por alguna razón este comentario me enoja. Me enoja demasiado.

¿¡No sabe cómo empezar!?

Tal vez, en otro momento le hubiera dicho que lo entiendo, que no se preocupe y hubiera aprovechado para huir de aquí. Pero no hoy. No después de todo lo que sus amigos han causado. De lo que ha causado él.

Lo peor de todo es que una parte de mí sigue queriendo creer que es inocente. Una parte de mí se esfuerza por buscar excusas para no tener que decepcionarme de él, para poder seguir aferrándome a él.

Pero creo que es hora de ver la realidad. Armin y yo no tenemos nada, y definitivamente yo no significo para él lo mismo que él significa para mí. Con lo que acaba de suceder, queda más que demostrado.

Y aceptarlo duele.

— Uhmm no lo sé. — finjo pensarlo, la acidez inunda mi garganta — ¿Tal vez por cómo empezaste a salir con MI MEJOR AMIGA? ¿O por traicionar su confianza y contarle todo a tus amigos para que saquen a MI HERMANO del equipo?

Armin retrocede, claramente culpable y avergonzado. No siento ni pizca de arrepentimiento.

— Liv, sé que suena horrible pero en verdad no es lo que crees...

— ¿Ah? ¿NO LO ES? — ruedo los ojos — ¿Entonces me vas a decir que nunca fue tu intención salir con Annie? ¿Qué tus amigos te obligaron para que puedas sacarle información?

No es hasta que las palabras salen de mi boca, que me doy cuenta de que estoy deseando que sea eso. Estoy deseándolo porque eso significaría que no tengo que decepcionarme de Armin. Porque eso significaría que tal vez, aún le importo.

Pero que desee tanto algo como eso, también significa que soy una mierda de amiga.

— ¡No! — niega rotundo — Jamás haría algo como eso. Annie es una persona increíble, y sé que... sé que no debí salir con ella...

Nuestras miradas se encuentran de nuevo, siento un intenso dolor en el pecho.

— Solo es que... — titubea — Ese día se veía tan nerviosa, y no quise... no quise tener que rechaz-...