16. | Culpables e interrogatorios

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Casi siempre a fines de septiembre el clima se comienza a poner más frío en Los Ángeles, ya llega el invierno por lo que todos llevan sus abrigos.

Pero yo olvidé el mío en el baile. 

No quería quedarme en la universidad para ver si mejoraban o empeoraban las cosas. Pero tampoco quería irme a casa, donde estaría a solas con mis pensamientos y mi culpa. Por lo que le dije a Armin que me llevara a dónde sea.

Y me trajo a la playa.

Estiro un poco más mis guantes para conservar algo de calor, las olas van y vienen debajo de mí en el agua oscura. Mucha gente dice que el mar de noche les da miedo, pero a mí me resulta relajante. Estar aquí al final del puerto, con las piernas colgando hacia el océano y las luces de la ciudad detrás de mí, se siente como la verdadera paz.

— ¿Tardé mucho? — escucho la voz de Armin a mis espaldas — Había cola para el autoservicio.

Toma asiento a mi lado, tiene dos bolsas de papel en mano. Me tiende una de ellas.

— No, está bien — tomo la bolsa con cuidado — Me gusta estar aquí.

— De día es un lugar muy bullicioso, pero casi nadie viene de noche. — explica Armin — Pensé que te serviría para relajarte... Es de mis lugares favoritos, vengo aquí desde que era un niño.

Sonrío levemente. Siento el aire erizándome la piel, pero no me molesta. Abro la bolsa para dentro encontrarme con un batido. De Oreo como no. El gesto es tan dulce que me dan ganas de llorar.

¿Cómo consigue hacerme sentir mejor siempre?

Doy un suspiro.

— ¿Y nunca te has caído? — pregunto continuando con la conversación, muevo mis pies en el aire.

Armin suelta una bufido divertido.

— Una vez cuando teníamos 13 años, yo estaba sentado aquí, pensando... Y entonces vino Eren y me empujó directo al mar — suelta una risa — Se estaba burlando hasta que Mikasa lo empujó a él y cayó a mi lado... Se puso a gritar como loco diciendo que se iba ahogar...

— ¿No sabía nadar? — pregunto divertida.

— Claro que sabía. Solo quería asustar a Mikasa. Yo le decía que se callase, pero ella se lanzó directa al agua para salvarlo. Se enojó bastante cuando se dió cuenta que solo estaba actuando.

Suelto una risita, en verdad me cuesta imaginar a Eren y Mikasa de esa manera. Ellos ahora son tan... diferentes.

— Eran buenos tiempos, antes los tres éramos muy unidos...— la sonrisa de Armin decae.

Un retortijon poco agradable sacude mi estómago, son los nervios de nuevo. Hablar de Mikasa me hace recordar todo lo que acaba de pasar, o lo que lleva pasando desde hace semanas.

— ¿Sabes... porque Mikasa me odia? — miro hacia las olas  — Siempre me trató distinto a Sasha... pero antes parecía agradarle aunque sea un poco. Y ahora..

Me quedo callada, creo que no hay necesidad de que le explique como me trata ahora. 

— No lo sé... — responde soltando un suspiro — Mikasa siempre ha sido un poco insegura con la gente que quiere, piensa que somos de su propiedad o algo parecido... creo que se sintió intimidada porque tú y yo seamos amigos. Pero aún así no lo entiendo... Sasha también es mi amiga, pero por ella jamás se ha puesto así.

Es porque me considera inferior.

Odia que alguien inferior a ella le robe a sus amigos. Por eso también parece odiar que Armin me defienda, debo ser una verdadera molestia para Mikasa. Si yo tuviera tanto dinero como ellos, si mi familia también fuese así de importante... ¿Me trataría igual a Sasha? ¿Seguiría burlándose de mí?

stolen kisses | armin arlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora