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Un elegante y delicado ángel se disfrutaba del agua que recorría sus suaves pies dentro del río. El sonido del agua, los pocos peces que había dentro de ella se movían de un lado a otro sin un orden en específico, las rocas adornaban las orillas y el leve fondo que ofrecía las partes externas del cuerpo de agua, el canto de las aves en los cielos y en los árboles cercanos le relajaban en su totalidad.

Siempre había sido capaz de apreciar las maravillas que otorga la naturaleza. Sus años en la niñez fueron un gran ejemplo de ello. Recordaba como miraba a Kakashi cazar animales y pescar ríos en días de necesidad. El recuerdo le provocaba algo de nostalgia. Había posibilidades de que no volviera a verlo! A Kakashi, Iruka, y al pequeño Yamato. Aún recordaba lo aterrador que podía ser ese niño cuando te dedicaba "La Mirada". Atroz! Cómo era posible que un niño de cuatro años pudiera inquietar a un adulto con solo verlo? El no mostraba su miedo, por muchas ganas que tuviera de expresar su miedo, no le daría el gusto al niño de estar asustado.

Aunque recordaba que el niño se puso a llorar cuando Kelly lo miró a los ojos. Pobre Kelly, los niños se asustaban con ella. Estos niños de los clanes no se asustaban, más bien, la admiraban, antes y después de saber que se trataba de una mujer. Quizás su protector tenga la oportunidad de dejar sus malas experiencias del pasado y empezar a vivir su futuro. Lo que le recordaba que aún no había descubierto el hilo rojo de la castaña.

E Iruka! Su maestro después de que Kelly se fuera a su viaje. Le tenía un enorme cariño y fue al que más le costó despedirse. Pero volvía todos los inviernos a pasarla con él, ya que Kakashi consideraba demasiado imprudente estar afuera en la nieve. El resto de estaciones volvían al bosque para evitar darle problemas a Iruka y menos que lo descubrieran protegiendo al heredero del reino.

Ojalá pudieran visitarlos! Ya que no pensaba sacar a Sasuke de su clan para viajar por medio mundo solo para que conozca Japón. Ya se imaginaba al pobre de su hilo rojo en un barco mareado o causando miedo por las calles por su gran altura.

Se pregunta a cómo sería su vida viviendo con los Uchiha. No sería muy distinto a como vivía antes. Solo gozó de las comodidades del castillo por los primeros cinco años, los siguientes siete las duró en el bosque, resguardandose del hombre que había tomado el trono, y solo estuvo de nuevo en el castillo un año antes de decidirse a recorrer todo el mundo en busca de un lugar a dónde pudiera llamar hogar.

No dudaba de que Sasuke es su otro extremo del hilo rojo, pero le costaba lidiar con lo orgulloso que era ese hombre. No podía expresarle con palabras lo que sentía por él! Todos los días esperaba con ansia que el grande e impotente hombre le dedicara algo más que unos besos que le hacían temblar las piernas. Es cierto que la palabra romance no tenía nada que ver con Sasuke! En este lado era cuando odiaba su lado despistado, es cierto que entendía muchas indirectas pero aún así deseaba que Sasuke fuera sincero con él, al menos que le dijera que estilo de relación llevaban. Se negaba rotundamente a pensar que Sasuke únicamente lo veía como un lindo doncel amante, a la espera de sus caricias en una cama temporal. Deseaba aún más! Añoraba vivir aunque sea en una pequeña choza, tener un hijo o dos, estar a la espera de su amado esposo, que lo amaría, lo respetaría hasta el fin de sus días y más allá de la muerte! Que deseo más soñador para vivir!

Ya le había confesado su amor por él, más este no se molestó en devolverle las palabras o expresar lo que pensaba o sentía. Que alborotadas estaban sus emociones! Cuánto deseaba acabar con esa incertidumbre de amor!

Sus pensamientos sobre el amor de su vida fueron interrumpidos por la presencia de cinco personas diferentes. Percibió el peligro y se ocupó en ocultar sus emociones y no parecer asustado, Kelly le había advertido sobre los posibles secuestros que iba a tener sobre su persona y ya estaba mentalizado de lo que ocurriría.

El amor de un doncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora