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Naruto comenzaba a hartarse de la situación. Tantas veces intentando sacarle al menos unas palabras lindas a su ahora marido, y aún en la consumación de su matrimonio, las palabras nunca llegaron. Debió parecer un estúpido suplicando por amor.

Esa noche fue maravillosa, pero la mañana siguiente fue amarga. Al despertar, percibió que Sasuke no se encontraba con él, probablemente con Itachi u Obito, entrenando soldados o algo así. El sentimiento de soledad se intensificó cuando sintió el dolor en su trasero. Se sintió abandonado.

La noche fue apenas cómoda. Él no estaba acostumbrado a dormir en una cama suave. Eran pocas las ocasiones cuando podía dormir "cómodo". Le gustaba más dormir al aire libre, viendo las estrellas y arrullado por los sonidos naturales de su alrededor. Había podido soportarlo los últimos días ya que había mantenido abierto la ventana pero esa noche, todas las ventanas estaban cerradas y en la mañana, cuando todavía no amanecía, de nuevo hizo el amor con Sasuke, aunque él estaba muy cansado como para evitar o consentirlo.

No es que se quejara, pero hace tiempo que intentaba aprender a sobrellevar la soledad. Pero disgustaba estar solo. La ausencia de personas o sonidos naturales a su alrededor le dejaba entender lo solo que estaba y, un poco alterado, se levantó de la cama para ir a buscar compañía. 

La ausencia de su madre, el "abandono" de su niñera en su infancia, y la muerte de su padre fueron hechos que marcaron su vida para siempre. Puede que supiera que no estaba solo, pero le aterrorizaba estarlo. Conocía a Kakashi ya que siempre estaba presente cuando estaba su padre, únicamente estaba con Iruka los Inviernos, y aunque ellos ejercieron como sus padres durante toda su infancia hasta la pubertad, no pudo encariñarse firmemente con ninguno de los dos, ya que, siendo apenas un niño conocedor de la traición a temprana edad, le costaba tomarle cariño a cualquier persona. Esa sensación de intensificó por la traición de su antiguo amor, que únicamente lo quería por su cuerpo y el "orgullo y honor del hombre".

Obviamente extrañaba a Kakashi y a Iruka, pero solo era por un corto periodo de tiempo, cuando pensaba a largo plazo. Sintió algo de tristeza ya que, a pesar de llevar una vida algo feliz, aún sentía soledad en su corazón.

Con cuidado, se arregló y abrió la puerta, donde encontró a Kelly quién tocaba hace unos minutos. Llevaba con ella un plato lleno de comida para él. Se disculpó un poco con él por no acompañarle, ya que le había prometido a Juugo un combate privado para calibrar sus habilidades.

Volvió a quedarse solo. Comió lentamente su comida, saboreando cada bocado sin sentir realmente algo de sabor. Su corazon se amargó, al igual que la comida. Finalmente, terminó por tirar el resto de la comida y dejar el plato por ahí. Salió de la cabaña y fue al río a descansar un rato de sus atormentados pensamientos.

Acaso Sasuke no lo amaba? Nunca había escuchado dos palabras de él que no fueran amorosas o remarcando su orgullo Uchiha. Tanto le costaba decir: "Te amo"? Él sabía que el hombre era terco, orgulloso y poco delicado, pero no podía mínimo decirle algo. Comenzaba a creer que solo lo quería por su belleza. Su esperanza presionaba de que era su destinado, su hilo rojo, aquella persona que lo amaría hasta el final de sus días. Su cabeza esperaba las palabras que confirmaran su amor, ya se había dado cuenta que Sasuke siempre solía hablar con la verdad y al estar evitando esas palabras tan sencillas pero poderosas, llegaba confundirlo en grande. Su corazon palpitaba amargamente por la evasión del hombre por sus sentimientos. Cuánto tendría que vivir para poder escuchar aquellas palabras que lo eran todo para él?

Su tristeza fue tanta, que decidió subir a un árbol a descansar. Deseaba estar solo (y al mismo tiempo no quería), y estar a una gran altura le ayudaría a estar alejado de los secuestros y los animales salvajes.

El amor de un doncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora