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"12"
Ninguno de los dos dijo nada por unos segundos, Ni-Ki estaba aterrado ante la falta de reacción, pero Sunoo no dejó de rodearlo con sus brazos en ningún momento.
“Mi madre me culpo a mi, por supuesto. Por haber obligado a TaKi a salir corriendo... No hemos hablado en unos tres años. Hace unos meses fue el aniversario de su muerte y yo siempre estoy tan deprimido y jodido esos días, pero esta vez sólo pude pensar en ti, en lo mucho que te amab-uh...”
No siguieron hablando, y Sunoo presiono sus labios con suavidad contra los de su novio. Cuando se separaron, Ni-Ki vio que Sunoo lloraba y con sus pulgares limpio sus mejillas.
“¿Por qué lloras, amor?”
“Te... Te mereces ser feliz, Nini. Me pone muy triste pensar que tuviste que pasar todo eso. Que llevas tanto tiempo pensando que era tu culpa.”
“¿Te doy asco?”
Sunoo soltó una risa ligera y negó con la cabeza, volviendo a besar al menor y empezando a recorrer su rostro con besos cortos.
Besó sus mejillas.
Besó sus párpados.
Besó su frente.
Besó toda la línea se su mandíbula.
Besó la punta de su nariz.
Besó sus labios.
Besó sus sienes.
Besó su alma
Y Ni-Ki pensó que quizá su pareja tenía razón, que quizá merecía ser perdonado. Que quizá, de alguna manera, las palabras de su hermano salieron por el calor del momento y no de su pecho. Quizá, quizá, quizá, q u i z á.
¿Quién sabe? Quizá su hermano no dejó de amarlo y quería verlo feliz.
Quizá su hermano estaba en el cielo cuidando de él.
