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"32"
Habían numerosas diferencias entre Ni-Ki y Jake, comenzando con sus expresiones. Mientras que JaKe tenía una sonrisa tierna en la casa, Ni-Ki parecía molesto (cosa que no era necesariamente cierta.)
Es por eso que la primera semana de clases había transcurrido y Jake ya era conocido como el chico simpático de primer año. Y es por eso que Ni-Ki no tenía ni un amigo. Añadido a que, contra todo pronóstico, Ni-Ki era tímido hasta los huesos. El pobre no había podido cruzar palabra con nadie. Y tampoco es que alguien lo hubiera intentado. Eso fue hasta que Jake le tomó interés. No iban al mismo grupo, pero siempre lo observaba sentarse solo a la hora de comer.
Ahí pudo notar que cuando hablaba con él, Ni-Ki se sonrojaba y miraba al suelo. No solía contestarle más que con monosílabos y asentimientos de cabeza, pero Jake todos los días iba hasta su mesa, dejaba su comida a un lado y trataba de entablar una conversación por los veinte minutos que duraba su receso para comer. Ni-Ki sólo esperaba silenciosamente a que el chico hiperactivo se aburriera y lo dejara solo de nuevo.
"¿Te gusto?" Fue lo que un día le pregunto Jake. Ni-Ki abrió lo ojos a tope antes de fruncir la cara con una mueca de asco.
"¿Qué? ¡No!" Tardó unos segundos en caer en cuenta de lo grosero que había sonado, y su rostro se calentó. Si el otro no se habia ido antes, ahora en definitiva lo haría. Pero Jake sólo empezó a reír.
"Pues vaya, eso es lo máximo que he logrado sacar de ti. Lástima que haya sido justo con esa pregunta." Le comento casualmente, dándole un trago a su jugo y observando su rostro con avidez.
"¿Y-yo te gusto? ¿Por eso vienes a hablarme?" Susurró con vergüenza, pronunciar cada sílaba estaba constándole un infierno.
"Nop," Dijo con rapidez, marcando la p con un chasquido infantil. "pero cada vez que me acerco te sonrojas y te pones nervioso, pensé que quizá era por eso. Supongo que sólo eres muy tímido, no lo creí posible."
"¿Por qué no?"
"¿Huh?"
"¿Por qué no lo crees posible?"
"Ah." El rostro de Jake se iluminó con simpatía y el cuerpo de Ni-Ki se relajó sólo un poco ante eso. "Tienes una expresión dura, no sonríes. Intimidas un poco, Ni-Ki-ah, deberías sonreír más."
"La gente no me da motivos para sonreír."
Al oír eso, los ojos de Jake se aguaron y el pelinegro se quedó boquiabierto, sin idea de que hacer. Tomó una de sus servilletas con torpeza y se la tendió a su ¿amigo? Con las manos temblorosas, por si rompía a llorar.
"¿Por qué te pones así?" Cuestionó con suavidad.
"Lo que dijiste fue muy triste. Quiero hacerte sonreír, Ni-Ki-ah."
La honestidad en su voz le permitió al mencionado asentir, y entonces, poco a poco, una sonrisa irrumpió su rostro. Iba a costarle trabajo, porque mucha gente le había buscado por interés, para usarlo; pero sabía que podía confiar en Jake.
El corazón de Jake se aceleró ante la bella imagen que tenía frente a él, y por primera vez desde que Ni-Ki lo conocía, vio al castaño sonrojarse.
"Es una lástima que no nos gustemos, Ni-Ki-ah, haríamos una linda pareja."
Con una carcajada, el timbre había sonado y ambos se habían levantado. Jake lo dejó en su salón antes de correr al suyo. Y se hizo una rutina. Una que duró mucho tiempo, años. Jake había ayudado a que recuperará la confianza en la gente, conoció a HeeSeung gracias a él, incluso le ayudó a sobrellevar la muerte de su hermano.
Jake le personó el primer gran secreto que le escondió, bajo la promesa de que no se tendrían más secretos. Y aún así, estaba sentado frente a él sin decirle que Sunghoon era el chico del que Ni-Ki estuvo enamorado medio año. Sin decirle que fue el novio de su hermano mayor, o que se acostó con él cuando aún eran pareja.
Y con ese descaro, Ni-Ki esperaba que Jake no fuera capaz de mentirle a él. Cómo si sólo él tuviera el derecho de guardar secretos. Era egoísta, pero así se sentía y no podía negárselo a él mismo. Necesitaba descubrir cómo es que JongSeong sabía la verdad que ni siquiera su mejor amigo conocía. Asumió demasiado rápido que Sunghoon le había confesado todo a su novio, y vale, quizá eso era cierto (incluso si Jake jamás se lo contó a él), pero Jake nunca contaría algo tan personal a un amigo cualquiera.
"¿Qué pasa, Ni-Ki-ah? Luces preocupado." Jake era bastante perceptivoante sus reacciones, y aunque aparentemente comía su ramen con tranquilidad, estaba al pendiente del ánimo de su mejor amigo.
"Jake, ¿Cómo recuperaste contacto con JongSeong?" La pregunta pareció desestabilizar a su amigo, porque sus palillos se cayeron al suelo con un estruendo, y con una risita nerviosa los recogió y los dejó a un lado de su plato.
"Eh, un amigo en común le dio mi kakao." El corazón de Ni-Ki y subió hasta su garganta.
No saques conclusiones, no saques conclusiones, no saques conclusiones.
"No es que no confié en ti, pero... Pero dijiste hace tan sólo unos días que chocaron en la calle." La cara de Jake reflejo su sorpresa y fue seguida por culpa. Ni-Ki se sintió desfallecer porque no había manera de que Jake estuviera de... De parte de JongSeong, ¿Cierto?
"Oh."
"¿Me estas mintiendo?"
"Y-yo no lo conozco del colegio."
Con la respiración irregular, el pelinegro tuvo miedo de seguir preguntando. De escuchar la verdad. De que la única persona que permitió entrar a su vida después del incidente de su hermano y los 2A84 le hubiera mentido.
"¿Lo conociste en algún prostíbulo y por eso te da pena contarnos?" Aunque preguntó con sarcasmo, una parte suya rogaba estar en lo correcto. Y sus esperanza se desvanecieron cuando el castaño negó lentamente.
Jake estaba con JongSeong.
¿Sunghoon también?
Sus amigos lo habían traicionado.
¿Querían hacerle daño?
¿Por lo de Taki?
¿Su plan involucraba alejarlo de Sunoo?
Muchas preguntas pasaban por su cabeza mientras se levantaba con lentitud, retrocediendo hacia la salida, lejos de Jake. Su amigo se quedó sentado con la vista fija en la mesa. En cuando salió a la calle, marcó el número de su novio. Suspiró con alivio cuando le contestó, porque lo mejor era decirle todo en ese instante; él lo haría sentir mejor.
"Sunoo, que bueno que me contestas. Jake..."
"¿Qué te contó el pequeño Jake, Ni-Ki? ¿Algo indebido? Sabía que no podría confiar en él mucho tiempo."
Se sintió mareado como si fuera a desmayarse en plena calle. Aún así, reunió aliento para contestar.
"¿Jongseongie, por qué tienes el celular de Sunoo?"
"Está en mi casa."
Y la llamada se cortó.
Sintió la pesada mano de Jake tomar su hombro con fuerza y tembló.
