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"37"
Para Sunno, Jungwon era un mal augurio. Él jamás fue una persona supersticiosa. Le encantaban los gatos negros, y romper un espejo por accidente no lo asustaba. Pero lo sentía en su ser; la llegada de Jungwon a sus vidas no era nada bueno.
Llevaban sólo dos semanas conociéndolo, pese a eso, salían todos los días, y él estuvo ahí en cada salida. Todos lo amaban. Jay sobre todos. Sabia que no eran celos, no podían ser celos. Es sólo que algo estaba mal, y Niki parecía no hacerle caso. Sólo se lo menciono dos veces, antes de darse cuenta que su novio creía que eran celos. Así que se lo callaba. Pero lo sabía.
Entonces lo confirmó.
Faltaban sólo siete días para su aniversario con Niki, y estaba nervioso respecto a qué planear para ese día, porque quería que fuera especial. Ese día, como las semanas anteriores, habían acordado salir a algún lugar en la noche. En tres horas, para ser exactos. Por lo tanto, Niki seguía en pijama, justo como él, ambos acostados perezosamente en la cama, abrazados y viendo anime.
Unos golpes en la puerta los hicieron saltar en su lugar y casi tirar la laptop. Eran fuerte, rápidos e insistentes. Sobre todo, desesperados. Casi como si quisieran tirar la puerta abajo. La pareja intercambio una mirada consternada y con preocupación, Sunno se aproximó a la entrada.
"¿Quién es?" Su voz sonó profunda y amenazadora, incluso cuando se estaba cagando de miedo. Estaba listo para proteger a Nini si era necesario. Nadie contestó, y cuando abrió la puerta, se quedó congelado.
De pie, al lado del marco de la puerta, observó a Jake caer en el regazo de Niki, que lo miraba boquiabierto. El castaño sollozaba, su llanto erizando la piel de sus dos amigos. Era un sonido cargado de dolor, de tristeza. Su espalda se movía con brusquedad al compás de sus gemidos, aferrándose a su mejor amigo como si fuera el ancla que ayudaba a su barco a estabilizarse a través de una feroz tormenta.
"Terminamos." Balbuceó con la voz rota, y no necesitaron intercambiar más palabras para entender. Niki le pidió con la mirada a Sunno que los dejara solos, y eso hizo. Tomando únicamente su celular, salió de ahí en silencio. No fue hasta que estuvo fuera del edificio que notó que seguía en pijama, pero no le importo. Marcó el número de Sunghoon, buscando explicaciones y quizá tratando de consolarlo. Después de todo, su conocimiento de coreano y de la cultura n general era gracias a su amigo.
No contestó.
Una parte de Sunno quiso culpar a Jungwon sin motivo alguno. Realmente, era imposible que fuera el culpable. Sunghoon no-
Ahí se dio cuenta. Sunghoon de verdad no conocía a Jungwon, porque no había visto a Sunghoon hace más de dos semanas. Desde ese día que conocieron a Jungwon, con la entrevista de trabajo de Sunghoon, él había faltado. Siempre estaba ocupado y Jake se veía cada vez más decaído.
