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"31"
Ni-Ki y Sunoo llevaban suficiente tiempo juntos como para poder decir que el otro ocultaba algo importante. Pero también el suficiente tiempo para respetar la privacidad de su pareja. Es por eso que Ni-Ki se encontraba observando al mayor con curiosidad, pero sin atreverse a cuestionarlo. Había pedido un taxi y lo había esperado, tal como Sunoo le indico. No le pregunto por qué tardo tanto, ni por qué estaba tan nervioso. Pero ya en casa, la actitud de su novio no podía ser pasada por alto, y el pelinegro se estaba preocupando por él.
"¿Paso algo con JongSeong?" Me preguntó en voz baja, acariciando su mano suavemente tratando de mostrarle apoyo. Sunoo no le contestó, lo que sólo aumento su preocupación. "¿Pelearon?"
La cabeza de Sunoo era un lío. Ciertamente debía contarle, mentir no era una opción en esa situación. Por muchas ganas que tuviera que fingir que nada pasó, aún podía sentir los cálidos labios de JongSeong sobre los suyos. Su corazón se aceleraba ante el recuerdo y sentía su estómago revolverse. Todo esto estaba mal, y necesitaba contárselo a su novio, pero no sabía cómo. Decidió que no había nada como decir la verdad, y le rogó a todos los dioses que Ni-Ki no terminara con él ahí mismo.
"JongSeong me besó. "
Y bien. Había un detalle curioso respecto a Ni-Ki. Él siempre iba con esa aura de maldad, diciendo ser oscuro y badboy, pero nadie sabía más que Sunoo que en realidad era un ángel. Era alguien muy cursi, dulce y cariñoso, a veces infantil y delicado (y Sunoo amaba eso de él). Pero cuando otros se metían con alguien que amaba, Ni-Ki cumplía con toda su pinta de malandro y se volvía el mismísimo demonio.
Se levanto con brusqueda. Tenía el ceño fruncido y se podía apreciar su mandíbula, tan apretada que amenazaba con romperse. Tenía los puños cerrados con fuerza y las venas en sus brazos se marcaban, al igual que la del cuello.
"Lo voy a matar a golpes." La cara de Sunoo palideció, porque, aunque no confiaba en él, no lo quería muerto.
"No, no, amor... Yo, uh..." Ante la vista furiosa de su novio, titubeó. La verdad es que prefería que ese enojo estuviera concentrado en JongSeong, que se encontraba a salvo muy lejos de ellos, que en él, que estaba a su lado. Pero la mirada del pelinegro ya estaba centrada en él, así que tragó saliva y continúo con lo que empezó. "Yo le pedí que lo hiciera... ¡P-pero no es como crees!"
Ni-Ki no dijo nada. Su mandíbula se aflojó dejándolo boquiabierto. Sus ojos lo miraban incrédulos, y empezó a negar con la cabeza.
"N-Nini..." Trató de tomar su mano, pero él dio un paso lejos de su alcance, retirando su brazo con un jalón.
"¡No me toques!" Le dio la espalda, y Sunoo no pudo más que mirarlo con un nudo en la garganta. Cuando vio sus hombros sacudirse y un sollozo cortó el tenso ambiente, volvió en sí, levantándose y rodeando su cintura con fuerza, incluso cuando el menor intentaba quitarlo sin éxito. "N-no me hubieras mentido... Si te... Te gustaba me lo hubieras dicho."
