El Vuelo Del Fénix - Trilogía Fénix (#1) [+18]

CAPITULO 14

Capitulo 14

Siena

Llego a la residencia hecha un lío, el cabello mojado, la ropa, los zapatos, todo. Después de irme de la heladería me cayó la lluvia y tampoco era que me importara. Guardo la motocicleta en el garaje de la residencia y subo las escaleras. Cuando paso por el mostrador Nicolás me mira con diversión mientras que yo le enseño el dedo del corazón. Llego a la habitación arrastrando los pies y con toda la flojera del mundo. Isa me recibe como siempre con su contagioso ánimo. Pero este se forma en terror cuando me ve toda mojada.

– ¿Qué demonios te paso?

– Lluvia.– digo yendo a el baño para prepararme para ir a la fiesta. Pero me freno en seco y me vuelvo enseguida. Isa abre los ojos como plato al ver mi sonrisa maliciosa.– ¿Quieres ir a una fiesta?

– Pero es...

– Oh vamos. Además necesito alcoholizarme y tú compañía sería genial.– digo con algo de entusiasmo y ella lardea la cabeza.

– ¿Qué debo ponerme?.– dice con una gran sonrisa.

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Las luces del club parpadean repetitivamente mezcladas con la música alta. Isa me tiene tomada de la mano para no perdernos ya que hay muchísima gente. Diviso a Rory en una mesa hablando con un chico apuesto. Cuando voy a dar otro paso Isa me hace frenar en seco. Me vuelvo a ella y esta pálida.

– ¿Qué te pasa?

– ¿Por qué no me dijiste?  

– ¿Decirte qué?

Ella parece recordar algo y sacude la cabeza. Sonríe y sigue caminando, pero esta vez soy yo quien la hace frenar.

– ¿Qué no te dije, Isa?

– ¿Qué...? ¿Qué iba a estar nadie aqui?   

– ¿Por qué tendría que habertelo dicho? ¿Acaso...? ¿Acaso te gusta Rory?.– ella parece petrificarce.

– ¿Qué? No. Es que me cae mal.– dice algo nerviosa y la miro con los ojos entrecerrados.

– No sé que te haya pasado con Rory para que ahora te caiga mal si antes se llevaban bien, pero lo que yo veo que tú también necesitas alcoholizarte.

Vuelvo a conducirla hacia la mesa donde esta Rory con su atractivo amigo. Y a este se le parece haber visto un fantasma cuando nos ve llegar a su mesa. Ambas tomamos asiento sin pedir permiso alguno y Rory esta paralizado. Miro a Isa que esta tomando un poquito de un trago que había en la mesa. Vuelvo a Rory.

– ¿Y a ti qué te pasa?.– le inquiero y por fin reacciona.

– ¿A mi? A mi no me sucede nada, hermosa.