El Vuelo Del Fénix - Trilogía Fénix (#1) [+18]

CAPITULO 30

Capitulo 30

Siena

Llego el día de la fiesta, el día de nuestro maravilloso y arriesgado plan. Ya Travis y Brian estan en el lugar mirando los movimientos de Spike. Tobie esta pasando por Rory y Eduardo que ya estan listos e Isa, Isa esta de un lado al otro nerviosa porque no encuentra sus tacones y que la verdad estan en el armario.

– Isa tus tacones estan en el armario.– digo terminando de acomodarme la manga del vestido y ella asiente para ir a el para alborotarlo.

Me levanto estirando los pliegues de la falda para quede nada de arrugas. Le echo una oleada a Isa y ella sigue caminando de un lado a otro de la pequeña habitación. Y la verdad ya me esta poniendo algo nerviosa.

– ¿Isa te podrías quedar quieta por un momento ya?.– digo haciéndola frenar por los hombros.

– ¿Siena es que acaso no lo vez? Robaremos medio millón de dólares a un traficante. ¿Y si nos descubren?

– Isabelle somos un equipo de élite. Nada, ni nadie nos va a detener.

– Ya estas hablando como esas series policíacas donde los criminales arman un plan.

– Con la diferencia que nosotros no somos los criminales.– digo haciendo un guiño para después tomar mi máscara que esta sobre el escritorio.

– ¿Crees que lo haremos bien?.– dice ya dudosa y yo asiento.

– Si. Ahora vámonos porque es seguro que los chicos ya esten abajo.

Isa parece calmarse del todo y toma su máscara que esta en su cama para después salir.

Cuando llegamos a la entrada ya todos estan afuera, Eduardo mirando su móvil, Rory dandole una gran calada a su cigarrillo y Tobie esta acomodandose el reloj en su muñeca. Cada uno esta ardientemente sexy, desde el cabello peinado de Eduardo a el saco de Rory hasta el smoking de Tobie. Cada uno tiene su toque distintivo que los hacen ver muy bien. Eduardo es el primero en vernos.

– Joder.

Rory se vuelve y Tobie sube la mirada a nosotras para después mirarnos de arriba a abajo. Lo a Tobie a los ojos y estos le brillan de una forma inigualable, casi parecido a las estrellas del despejado cielo. Entonces una sonrisa maliciosa pasa por sus labios para hacerme sentir escalofríos por todo el cuerpo y luego tenderme la mano para acercarmele.

– Estas preciosa, azucarilla. No es el vino tu color sino el negro.– dice dándome un beso tierno en la frente.

– Dejaras de pensar eso, hermanito.– dice Isa que esta abrazando a Rory mientras él la mira con admiración.

– Bueno, bueno ¿Nos vamos?.– dice Eduardo cerrando la puerta de golpe haciendo que nos volvamos a ver.

– Joder, hermano. Será mejor que te consigas una novia rápidamente porque ya estas en el punto de amargura.     
                        
– Jódete.– dice mirando su móvil y yo lo miro por el retrovisor.