El Vuelo Del Fénix - Trilogía Fénix (#1) [+18]

CAPITULO 35

Capitulo 35

Siena

– ¿Está todo listo?.– me pregunta Isa desde su lado de la cama mientras se prepara para el juego de Tobie.

– Creo que si.

Me cercioro de que todo esté perfecto. Listo para la sorpresa que le daré. Hoy es la final con Los Vikingos y sé todo lo emocionado que está. Me llamo a dos de la mañana porque no podía dormir ya que hoy jugaban con ellos y que sentía mucha carga en los hombros, cuando me dijo eso sonreí de oreja a oreja porque me entraron ganas de ir a su piso y darle uno de mis relajates masajes.

Ajá, ni tú te crees eso.

Cállate, conciencia.

Tú lo que querías era estar arriba de él mientras te llevaba a el cielo poco a poco.

CALLATE, ESTUPIDA.

Wueno, wueno yo solo decía.

Ah, aparte de eso, hoy es el final de clases dando comienzo a las vacaciones navideñas. Aún me estremezco al recordar en tres días Rory, Isa, Tobie y yo nos aventuraremos para ir a la casa de ellos y pasar noche buena. Debo admitirlo, estoy muy emocionada como no lo he estado nunca. Pasaré Navidad con mi novio, con Tobie. Cómo no estar emocionada.

Termino de enrollar la pancarta para disponerme a salir de la habitación con compañía de Rory e Isa. Ambos están tomados de mano mientras hablan de Dios sabe qué delante de mi. Trato de no estar nerviosa, pero se me está haciendo imposible. Es la primera vez que hago esto con alguien y ahora que lo hago siento un cosquilleo por todo el cuerpo

– Siena Thomson.

Dice una voz mientras estaba concentrada en mi móvil, levanto la mirada de este y siento que me lleno de rabia al ver a la persona de dicha voz. Es Emma y me está mirando fijamente. Miro a Rory e Isa un segundo antes de enfrentarme a ella.

– ¿Qué carajos estás haciendo aca, Emma?.– digo acercándome a ella que está sonriendo abiertamente.

– ¿Acaso no puedo venir a ver a los amigos que yo más quiero?.– dice con ese tonito irónico que nunca soporte de ella.

– Te equivocas. Nosotros no somos tus amigos y nunca lo fuimos. Tú te creaste esa fantasía de que si lo éramos en tu cabeza y nunca se salió.

– Ay, Sienita. Tan pesada como siempre. ¿Acaso nunca dejaras de ser así?.– entonces se dirige Rory que la está viendo cómo si quisiera matarla, a igual que Isa.– Rory, mi amorcito.

– Yo no soy ningún amorcito tuyo, Emma.– dice Rory recorriendola de arriba a abajo con cierto asco.

– ¿Pero a acaso no recuerdas las no...?