Una falla en el destino

Capítulo 4: La magia es poder

El tercer capítulo está un poco retrasado, gracias a las correcciones que sentí que eran necesarias. Todavía se siente un poco duro para mí, pero funciona lo suficientemente bien.

Lea, revise y siéntase libre de señalar cualquier error/inconsistencia.

El próximo capítulo se publicará el próximo sábado.

Harry Potter: un error en el destino

La piedra serpentina

tercero La mágia es poder

Harry llevó su última cucharada de papilla a sus labios, terminándola con un trago silencioso. Se puso de pie apresuradamente, agarró sus pertenencias y se dirigió hacia la mazmorra mientras hacía todo lo posible por ignorar los susurros que lo seguían.

"- El Profeta ha estado teniendo un día de campo con él, ¿viste?"

"Sí, lo hice, en realidad. ¿El chico que vivía en Slytherin ?"

"Mamá me dijo que me mantuviera alejado, ella lo ha hecho".

Era el tercer día de Harry en Hogwarts y, coincidentemente, el día de sus primeras clases de Pociones, Encantamientos y Defensa Contra las Artes Oscuras. Él esperaba con ansias al último par; gracias a ellos, el día estaba destinado a ser bueno.

Y un poco de susurro no es suficiente para cambiar eso.

Harry fijó su mirada hacia adelante, agarrando con más fuerza su mochila.

Las otras clases habían sido interesantes por decir lo menos. Transformaciones era fácilmente el favorito de Harry hasta el momento. La profesora McGonagall, como era de esperar, había entrado al salón de clases con una actitud sensata, advirtiéndoles contra el mal uso de la magia antes de transformar su escritorio en un cerdo y viceversa.

Era desafortunado que no estuvieran progresando a una magia tan avanzada durante bastante tiempo; La profesora McGonagall simplemente les había dado fósforos para que los convirtieran en una aguja. Harry había sido el único en hacerlo al final de la clase, en gran parte gracias al cuaderno de Emily.

El cuaderno lo explica todo mucho mejor que los libros de texto.

La herbología también era interesante, aunque esta vez Harry estaba seguro de que su habilidad tenía algo que ver con sus tareas de jardinería en Privet Drive. No le gustaba demasiado el tema; se sentía un poco demasiado mundano para su gusto.

Si las plantas no me mordieran cada vez que me detenía, me preguntaría si realmente era magia.

La astronomía fue un fastidio, sobre todo porque la clase se impartía a medianoche. Historia de la Magia fue aún peor; La voz del profesor Binns era increíblemente monótona. Harry estaba casi seguro de que se había quedado dormido. No habría sido el único.

Harry entró silenciosamente al salón de pociones, tomando asiento al lado de Theodore Nott. Los dos se sentaban juntos durante la mayor parte de sus clases, aunque Harry supuso que no era exactamente por elección. Los otros chicos de Slytherin se negaron a sentarse junto a él, y la mayoría de las chicas eran iguales.

Aun así, al menos era mejor que Privet Drive. Sus compañeros en realidad no le hicieron nada. Solo lo miraban un poco, y algunos murmuraban oscuramente por lo bajo, pero hasta donde él sabía, eso era todo.

Para ser justos, es solo el tercer día aquí.

Harry estaba seguro de que estaría bien. Ya se las había arreglado para encontrar un libro sobre hechizos protectores básicos en la biblioteca, y el cuaderno de Emily contenía cientos de consejos útiles y notas misceláneas.