Una falla en el destino

Capítulo 12: De vuelta otra vez

El primer capítulo del segundo año.

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El próximo capítulo se publicará el próximo sábado.

Harry Potter: un error en el destino

La difícil situación del acertijo

I. Volver otra vez

Las olas rompían violentamente contra las rocas irregulares que bordeaban una isla escondida en algún lugar profundo del Mar del Norte. Vientos poderosos chocaron contra las puertas negras desconchadas, ahogando fácilmente el miserable crujido que engendraron.

Miserable.

Era la palabra perfecta para describir un lugar así. El cielo oscurecido era ciertamente miserable. También lo era la lluvia interminable que caía violentamente contra la superficie del océano igualmente vicioso. Incluso la prisión en sí era perfectamente miserable: un gran prisma triangular, pintado de un gris opaco que se escondía perfectamente debajo de las nubes vengativas.

Pero fue el frío lo que realmente selló el trato.

La escarcha cubría la prisión, las rocas irregulares e incluso las puertas negras desconchadas. Había una sensación de desesperanza en el lugar. Esperanza, felicidad, amor: el frío insoportable los ahogó a todos, dejando solo tristeza y desesperación.

Los dementores se aseguran de eso. Mantas sucias y flotantes -

Una mujer pálida y demacrada ocupaba la celda en el rincón más alejado del piso más alto. A todos los prisioneros del último piso se les dio su propia celda, tanto por su bien como por el de los guardias, pero incluso ahora la mujer seguía muy complacida con el arreglo.

"Qué honor". dijo con voz cantarina mientras yacía sobre el suelo helado de su celda. Ya no sentían tanto frío; no se habían sentido así en casi una década.

Hace calor, casi. Se siente bien.

Tal vez se estaba volviendo loca. Eso fue lo que le dijo el hombre regordete que la había visitado por última vez, el ministro Fudge, a menos que estuviera equivocada. Eso había sido hace un año, y aunque no recordaba mucho de él, no creía que le gustara mucho.

Volvería pronto, sin duda, para asegurarse de que sus prisioneros favoritos estuvieran bien encerrados. Tal vez también traería a Lucius con él nuevamente.

"Imbécil rubio resbaladizo". murmuró la mujer, viendo como su aliento empañaba el suelo debajo de ella, "Y Fudgy también. Fudgy piensa que Lucius es inocente, y me llama loca".

Sin embargo, supongo que Fudgy podría estar en algo.

Pero ella siempre había sido así, ¿no? Su maestro siempre lo había dicho, después de todo.

No podía estar completamente loca, simplemente no era posible. Hubo momentos, incluso ahora, en los que sintió frío. Hubo momentos en que se sintió feliz y triste, encantadora y enojada.

Pero hubo momentos en que su mente también se sintió más clara. . . momentos en los que se sentía preocupada o asustada.

Maestro . . .

Quizás era por eso por lo que estaba preocupada. No podía estar preocupada por sí misma, después de todo. Los dementores habían dejado de alimentarse de ella hacía mucho tiempo. Aparentemente no les gustaba alimentarse de ella, no es que pudiera entender por qué.