Una falla en el destino

Capítulo 46: Iguales en esencia

El segundo capítulo más largo de este año! A decir verdad, esperaba que terminara siendo un poco más largo, pero desafortunadamente no había mucho que escribir.

Todavía no estoy seguro de cómo me siento acerca de este capítulo. Inicialmente, tenía la intención de que fuera de una manera, pero el final es decididamente bastante diferente de lo que había imaginado. Aunque me gusta la sensación general del capítulo, así como el punto en el que terminamos, me preocupa que algunas partes todavía estén un poco toscas. Es posible que lo edite en los próximos días. Si es así, tenga en cuenta que es probable que los cambios solo se hayan realizado con respecto al estilo y la sensación de escritura en lugar del contenido general.

He iniciado un Discord. Tengo la intención de que sea un servidor pequeño y relajado, nada lujoso o grandioso. Si tienes alguna pregunta sobre mi escritura, quieres hablar sobre mi trabajo o simplemente quieres pasar el rato, eres más que bienvenido a unirte. El enlace está en mi perfil.

Lea, revise y siéntase libre de señalar cualquier error/inconsistencia.

El próximo capítulo se publicará el próximo sábado.

Harry Potter: un error en el destino

La más negra de las noches

XVIII. Iguales en esencia

Algo se agitó.

Neville apartó los ojos de la inquietante figura de Buckbeak. Los sollozos lastimeros de Hermione y Ron se apretaron contra sus oídos, y una extraña e incómoda sensación brotó de su estómago. Esperó en silencio, esperando sus propias lágrimas que nunca llegarían.

No es nada nuevo, de verdad. Solo muerte.

Podía ver a Buckbeak bostezando por el rabillo del ojo. El hipogrifo de gran tamaño arañó una de las calabazas con sus garras, haciendo todo lo posible por tragarla.

En todo caso, la muerte es preferible. Es mas rapido. Sin dolor.

Hermione todavía estaba sollozando. Neville hizo una mueca al escucharlo.

La luz dorada del sol se desvaneció lentamente mientras se escondía detrás de los altos árboles del Bosque Prohibido. Pequeños rayos de luz asomaban por los huecos de los árboles, iluminando los terrenos de Hogwarts con un suave resplandor. Neville vio a dos chicas tomando el sol dentro de uno de los parches de luz restantes. No reconoció a ninguno de los dos. Aún así, estaba claro para él por qué lo eran.

Tal vez también sean amigos de Hagrid.

La luz se desvaneció. Las nubes oscuras y lúgubres de las Tierras Altas de Escocia los cubrían. De repente se estaba volviendo más difícil de ver. El trío esperó tan silenciosamente como pudo, esperando que algo, cualquier cosa , sucediera.

Probablemente Hagrid les esté sirviendo té. Tratando de dibujarlo el mayor tiempo posible.

"En cualquier momento." Ron susurró. Su voz tembló, "No pueden estar charlando por mucho tiempo".

Neville se arriesgó a mirar de nuevo a Buckbeak. Estaba atado en su lugar por una cadena de hierro forjado. Un largo instrumento de metal estaba justo fuera de su alcance, un hacha negra ornamentada con una serpiente plateada enroscada alrededor. La sangre aún manchaba el filo de la hoja.

Buckbeak arañó otra calabaza y la tiró por el suelo. Neville observó mientras se ponía de pie para recuperarlo.

Él no podrá. La cadena es demasiado corta.