Una falla en el destino

Capítulo 61: La aguja de plata

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El próximo capítulo se publicará el sábado después del próximo.

Harry Potter: Un defecto en el destino

Las Desolaciones del Destino

XIV. La Aguja de Plata

Wham.

Harry se estrelló contra los terrenos cubiertos de nieve. Un parpadeo de dolor sonó en su cabeza.

Durmstrang. Estamos de vuelta en Durmstrang.

Se levantó, limpiando la suciedad de sus túnicas. Una serie de recuerdos recientes se estrelló contra su cráneo.

"'Duelo Extraordinario Harry Potter,'" repitió, dando la vuelta. Una chica de pelo plateado se sentó en el suelo de abajo, "Es de donde me conocías . . ."

Sus ojos cambiaron al medallón en su palma. La cinta estaba rota ahora. Harry vio a la chica repararlo con un movimiento inactivo de su varita.

"Podrían haber muerto, ya sabes", murmuró Gabrielle, "Esos hombres de la Copa Mundial de Quidditch. Podríamos haberlos matado."

Harry se congeló. Una sensación incómoda asentada en su pecho.

"No," Harry frunció el ceño, "Había muchos Mortífagos alrededor, y los hechizos que usamos no eran incurables."

"Tal vez", Gabrielle hizo una pausa, "Pero tal vez no . . ."

Ella se fue, finalmente volviéndose para enfrentar a Harry de nuevo.

"Te arrepientes?"

Harry levantó la vista. Gabrielle lo estaba mirando con cuidado, su expresión anormalmente en blanco. Había una ligera pesadez en sus ojos.

"No," Harry se dio cuenta en voz alta, "No, yo no."

Eligieron su lado.

"Yo tampoco", admitió Gabrielle, "Pero todavía duele."

Harry asintió, presionando un dedo contra su mejilla sangrante. La sangre se desvaneció lentamente, la herida se selló. Harry luchó por ignorar el repentino dolor agudo en su pecho.

"Fuimos nosotros o ellos", dijo en serio, "Prefiero que vivieras que ellos."

"Gracias", Gabrielle se rió débilmente, "Supongo que siento lo mismo."

"Supongamos?"

"Sabes a lo que me refiero."

"Sí, lo hago", asintió Harry. Miró hacia atrás al medallón en su palma, "Usaste ese portkey en la Copa Mundial de Quidditch, ¿verdad?"

Gabrielle asintió.

"Mi padre me lo dio", murmuró, "Está destinado a mantenerme a salvo."

Harry frunció el ceño.